El excanciller Allan Wagner firmó, junto a sus pares José Antonio García Belaúnde y Ricardo Luna Mendoza, un pronunciamiento donde rechaza la cumbre de Runasur promovida por Evo Morales para el 20 y 21 de diciembre en el Cusco. Para los exministros de Relaciones Exteriores, representa una amenaza desde el exterior “sobre la soberanía, la independencia y seguridad nacional”.
En diálogo con El Comercio, Wagner Tizón consideró que el presidente Pedro Castillo debe tomar acciones al respecto y dijo esperar que la Cancillería exprese su rechazo al desarrollo de esta reunión en el Perú, algo que no ha ocurrido hasta el momento. El riesgo, advirtió, está en que el proyecto del expresidente boliviano genere o profundice las fracturas dentro del Perú.
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¿Cómo entender qué es Runasur? Evo Morales dice que su meta es unir a movimientos indígenas y sociales de la región, entre ellos Perú, y luchar por una verdadera liberación de América.
Este es un proyecto geopolítico transnacional que lo que busca es dejar de lado los estados y reemplazarlos por lo que ellos llaman esta ‘América plurinacional’. En sus documentos hay expresiones concretas al respecto (...) Desde el punto de vista político, lo que plantean es un cambio fundamental que constituye en reemplazar nuestras repúblicas, nuestros estados, por un concepto que tienen, que llaman estados plurinacionales, que estarían basados en las asambleas constituyentes plurinacionales. Esto significaría dejar completamente atrás lo que es nuestra concepción del Estado, todos los elementos básicos de nuestra Constitución.
Esto está basado en el concepto de asambleas de pueblos indígenas y movimientos sociales. Lo que hace es fracturar la sociedad, aún más de lo que está, y destruir el estado que tenemos para reemplazarlo por un denominado estado plurinacional. Además, tienen, ya desde el punto de vista ideológico, todo un concepto reflejado en el llamado decálogo de Runasur, donde plantean que esta América Plurinacional es antiimperialista, anticapitalista. Si uno quisiera hacer un símil, podría decirse que es el llamado ‘Grupo de Sao Paulo’, pero integrado por pueblos indígenas.
Como decimos en nuestro comunicado, es un proyecto geopolítico transnacional de vasto alcance que realmente significaría para nosotros y los demás países una fractura del Estado, un cambio en el concepto mismo de nuestra sociedad, de nuestro Estado, y una profundización de las desigualdades, cuando lo que estamos tratando es más bien cerrar las brechas sociales.
¿Considera que es una amenaza para el Estado?
Naturalmente que sí. Por lo explicado, representa una amenaza para el Estado, su soberanía y su integridad. Es un concepto completamente diferente que se está queriendo impulsar. Ya no solamente es una cuestión de carácter ideológico, que tiene que ver con un fuerte contenido marxista leninista, sino que además tiene una connotación política muy grave.
El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso califica a Runasur como una “organización separatista”. ¿Coincide con él?
Se le podría llamar separatista, pero lo que busca es fracturar a los países y, sobre esa base, construir esto que llaman el Estado plurinacional. Y esto a lo que puede llevar es que, a esa fractura, por ejemplo, el sur del Perú se una a Bolivia, al norte de Chile, no sé. Ellos tienen ese tipo de conceptos. No sabemos hasta dónde puede llevar este afán que ellos tienen.
La reunión fue anunciada por Morales a inicios de noviembre y se realizaría en menos de dos semanas. No se conoce ningún pronunciamiento del Ejecutivo al respecto. En su experiencia como diplomático, ¿cree que el Gobierno ha sido permisivo ante este anuncio?
No ha habido ningún pronunciamiento. Sería necesario que se tome alguna acción al respecto para evitar que esta reunión tenga lugar.
En el pronunciamiento de excancilleres dicen que el mismo presidente no debe permitir la reunión...
El presidente, como jefe del Estado, personifica la Nación y la Nación somos todos. A él le corresponde actuar y naturalmente al Ejecutivo, en lo que corresponda.
¿Qué acciones concretas puede tomar el presidente o el Gobierno? ¿Impedir el ingreso al país de quienes vengan con este propósito?
Son cuestiones que corresponderá decidir al Ejecutivo. Por lo pronto, lo que cabría es una manifestación en el sentido de que el Perú no está de acuerdo con que esta reunión se realice acá. Lo puede hacer la Cancillería, de diversas formas. Lo que hemos buscado es una alerta a la ciudadanía sobre esto y un pedido a los poderes públicos para que actúen, de tal manera que se evite esto.
¿Por qué cree que Evo Morales eligió al Perú para esta reunión? ¿Tiene que ver con su cercanía con Pedro Castillo?
Solo lo puedo imaginar, no sé. No es el Perú, lo que está escogiendo es el Cusco, la capital del imperio incaico. No sé si esto esté dentro de su mente, este concepto de una América Plurinacional. Tal vez él piense que el Cusco tiene un simbolismo que podría ser importante para su proyecto.
No creo que sea casualidad que han decidido hacer la reunión en el Cusco. Además, es curioso porque no se conoce de una persona peruana que haya participado en la reunión de comienzos de noviembre donde se tomó este acuerdo, que fue una reunión en Buenos Aires.
En las últimas semanas, medios periodísticos han reportado que personas allegadas a Evo Morales ingresaron al Perú sin que se registre en Migraciones y la instalación de una base del MAS en Cusco. ¿Cree que esto esté vinculado al desarrollo de Runasur?
Podría estar vinculado, no lo puedo afirmar. Pero si esas informaciones son ciertas, constituyen hechos graves. Que estén entrando ciudadanos extranjeros sin cumplir los requisitos migratorios, me parece que es un hecho que va en contra de la ley y nuestra soberanía. Luego, esta presunta oficina del MAS también sería una injerencia inadmisible, sería tener una dependencia de un partido político extranjero actuando en el Perú, esto no podría ser.
Recientemente se han visto acciones desde la Cancillería como la condena a las elecciones en Nicaragua o la designación de un embajador de carrera en Venezuela, en lugar de uno político como se intentó con Richard Rojas. ¿Espera que el canciller tome una posición expresa en este caso o logre instar al presidente a que se pronuncie sobre esta reunión?
Espero que sí. En todo caso, espero que nadie del sector oficial asista a esa reunión, en caso se lleve a cabo. Pienso que sí debería haber alguna manifestación de desagrado frente a esto, que constituye una clara intromisión. Nosotros debemos rechazar intromisiones extranjeras en nuestro país, en circunstancias difíciles que está viviendo el Perú, donde hay una polarización política. Debemos rechazar cualquier tipo de intromisión, venga de donde venga.
En el pronunciamiento, mencionan que la reunión del Runasur violaría normas fundamentales de la ONU y de la OEA. ¿Cuáles serían esas normas?
En el 2007, se aprobó en Naciones Unidas la declaración de los derechos sobre los pueblos indígenas. El artículo 46 dice: “nada de lo contenido de la presente declaración se interpretará en el sentido que confiere a un Estado, pueblo, grupo o persona, derecho alguno a participar en una actividad o realizar un acto contrario a la carta de las Naciones Unidas, ni se entenderá en el sentido que autoriza acción alguna orientada a quebrar o menoscabar, total o parcialmente, la integridad territorial o la unidad política de estados soberanos e independientes”. Eso me parece que es importante consignar.
En todo caso, sí hay formas en la que los pueblos indígenas puedan realizar coordinaciones...
Naturalmente, pero no con el propósito de fragmentar a los países y constituir algo que nadie sabe en qué consiste, este llamado estado plurinacional fundamentado en asambleas constituyentes plurinacionales, eso es lo que preocupa.
¿Una reunión de este tipo representa una amenaza a la seguridad interna del Perú?
Per se, no necesariamente, pero no sabemos qué consecuencias pueda tener esto más adelante.
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