Aunque Julio Guzmán consideró “un éxito” que el Partido Morado haya obtenido nueve curules en el nuevo Parlamento, lo cierto es que desde la agrupación habían proyectado no solo ser la primera fuerza, sino dirigir la Mesa Directiva. Los resultados obligaron al economista a evaluar, durante la cuarentena, al detalle los errores de la campaña. Y a la par a reforzar la coordinación que mantiene con su bancada.
Guzmán- tras la difusión de un video, en el que se le ve abandonar corriendo un departamento donde ocurrió un amago de incendio- había optado, salvo algunos tuits, por mantener un perfil bajo, sin apariciones en actividades políticas (no asistió a una cita con el presidente Martín Vizcarra en febrero) y medios de comunicación.
El excandidato presidencial decidió reaparecer públicamente en una cita virtual que el primer ministro, Vicente Zeballos, promovió con los presidentes de los partidos políticos que tienen representación en el Congreso. Y, la noche del último lunes, ofreció una entrevista a Canal N, donde dejó abierta la posibilidad de colaborar con el gobierno en la reactivación de la economía si lo convocaban.
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El secretario general del Partido Morado, Rodolfo Pérez, detalló que Guzmán, desde que inició el estado de emergencia, en la quincena de marzo, ha tenido reuniones, a través de la plataforma Zoom, con los integrantes del Comité Político, del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y de las bases de “todas las regiones” de su agrupación.
Pérez comentó que se han arribado a tres conclusiones sobre la campaña al Parlamento: “las propuestas pudieron ser mucho más concretas” y “las debimos transmitir de mejor manera”, “también tuvimos que haber incluido más a las regiones en la elaboración” de las iniciativas y “se debió tener una mejor capacidad de respuesta política”.
Fuentes de El Comercio indicaron que Guzmán hizo una autocrítica, antes y durante la pandemia, a la interna de su agrupación sobre el rol que tuvo en los comicios.
Esto, agregaron las mismas fuentes, ha contribuido a que “el proceso político se fortalezca”. “Ayuda tener un líder que sea humano y sepa reconocer sus errores”, señalaron.
Por esta razón es que Guzmán, en el programa “2020” de Canal N, afirmó que “en ningún momento” su relación con la militancia “se rompió”.
El economista también determinó, junto al Comité Político y CEN del Partido Morado, que los resultados de la campaña al Congreso demostraron la existencia de “asimetrías regionales”. Por ejemplo, mientras en Lima y Arequipa obtuvieron el segundo lugar de las preferencias, en otros departamentos, como Cusco, Apurímac y Madre de Dios, figuraron en otros.
Fuentes de este Diario refirieron que la agrupación está “abierta” a sumar a las bases regionales a diferentes personalidades de cara a las elecciones generales del próximo año.
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El Telegram con la bancada morada
Otro frente que Guzmán ha reforzado es la coordinación con la bancada del Partido Morado, que cuenta con un grupo en Telegram, donde también están los asesores. “Esto nos permite ir conversando día a día sobre temas de coyuntura. Hoy hemos dado nuestras opiniones sobre el dictamen de paridad y alternancia [que fue aprobado en la Comisión de Constitución]”, refirió otra fuente de El Comercio.
Una de las recomendaciones que el economista ha hecho a la bancada morada es que en la medida de lo posible busquen unidad, un aspecto que no se dio en la votación por la liberación del 25% de los fondos de las AFP y de la formalización de los colectivos.
Las mismas fuentes señalaron que Julio Guzmán no trata de imponer sus puntos de vista, sino que deja que los parlamentarios tomen una posición.
“Todas las opiniones son tomadas en cuenta, no existe la lógica de que ‘uy habló el presidente del partido’, no es como el chat de La Botica, donde imagino que cuando Keiko Fujimori daba una opinión, eso era ley, nunca ha dado esa impresión, Julio no tiene una actitud de caudillo”, remarcó una fuente del grupo parlamentario.
La congresista Zenaida Solís informó que Guzmán también participa en las reuniones semanales de la bancada, a través de la plataforma Zoom.
“Él nos recuerda lo que hemos ofrecido en la campaña, [nos sugiere] que el trabajo que realicemos esté alineado a esto y a la ideología morada”, manifestó.
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Fuentes de la bancada del Partido Morado precisaron que su portavoz, Francisco Sagasti, es el que dirige estas citas semanales. “Tratamos de que estas reuniones sean ejecutivas, no siempre se logra, Julio interviene y opina, pero en ningún momento impone”.
Las mismas fuentes señalaron que Guzmán respaldó el pronunciamiento que la bancada morada dirigió a la Mesa Directiva, mediante el cual, expresan su preocupación por la actuación “improvisada, apresurada y desorganizada” del Parlamento.
La idea de la bancada morada es encontrar “espacios de razonabilidad” con otras fuerzas en temas muy concretos, a fin de “sacarlas de la lógica” a la que han ingresado. Es decir, exonerar los proyectos del debate en comisiones y aprobar polémicas leyes en sesiones maratónicas que acaban en la madrugada.
De ahí que Guzmán, en su primera entrevista tras cuatro meses, evitará calificar de populista al Congreso.
Y aunque el líder del Partido Morado haya afirmado que respaldará al candidato presidencial que elija su partido, fuentes de su agrupación señalan que, por el momento, no hay otra figura que le haga sombra en unas internas.
“Tiene un déficit de credibilidad”
El analista político Arturo Maldonado, del grupo 50+1, consideró que Julio Guzmán a pesar de continuar en carrera, tiene un “déficit de credibilidad” que tendrá que subsanar ofreciendo algún tipo de disculpa no solo a sus partidarios, sino a la “ciudadanía en general”. “Tiene que existir un mea culpa respecto a su comportamiento”, añadió.
En comunicación con El Comercio, Maldonado también subrayó que el presidente del Partido Morado debe fijar posiciones más claras sobre determinados temas.
“Siempre quiere quedar bien con Dios y con el diablo, en un futuro se le va a exigir posturas más contundentes y será un reto para él armonizar esto con su posición de centro”, refirió.
Maldonado indicó que si al expresidente Alan García se le dio una segunda oportunidad en el 2006 fue porque “creó la amenaza del humalismo del polo rojo”. “En la próxima elección pueden estar Antauro Humala y Daniel Urresti que son dos opciones que preocupan, ahí es donde algunos pueden ubicarse con opciones responsables”, acotó.
La politóloga Denisse Rodríguez Olivari afirmó que en el Perú “cualquier escándalo de tipo personal suele diluirse con el tiempo”, en referencia a la denuncia de “Panorama” sobre el presidente del Partido Morado.
“En el caso de Guzmán irá en la misma lógica como ha sucedido con otros”, agregó a este Diario.
Rodríguez Olivari, no obstante, advirtió que la intención de Guzmán de ubicarse como el candidato de la “democracia responsable” frente a opciones “populistas” no necesariamente le puede dar resultados, porque entre esas corrientes “hay muchos políticos”.
El analista político Erick Sablich opinó que es “realmente muy difícil” que el presidente del Partido Morado pueda revertir la imagen que dejó al salir corriendo de una emergencia.
“Ese hecho significó un golpe muy duro, ha afectado su credibilidad y hasta su viabilidad como candidato. Por ejemplo, hubo un momento que tuvo 16% de respaldo y ahora solo tiene 3%. Es positivo que quienes aspiren a llegar a ser gobierno participen activamente y den propuestas para enfrentar la crisis, es extraño que otros precandidatos no lo hagan”, manifestó.
Sablich recordó que el Partido Morado se perfilaba en la campaña de enero a obtener un número importante de parlamentarios, pero que esto terminó desinflándose por el “escándalo de Guzmán”.
“Han perdido relevancia, y la bancada ha tenido votaciones partidas. Dentro de este Congreso sí hay un espacio para que algunas bancadas actúen en el centro y con moderación para tratar de frenar los impulsos populistas [de un sector], pero es difícil que la bancada morada lo haga con solo nueve congresistas, sobre todo cuando votan divididos”, concluyó.
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