Son una importante fuente de proteínas, fibra y hierro; además de ser bajas en grasas y sodio y de estar libres de colesterol. ¿De qué alimento estamos hablando? De las legumbres, por supuesto. Entre ellas encontramos a las lentejas, los garbanzos, las habas y los frejoles. ¿A quién no le provoca comer un tacu tacu? ¿O un seco con frejoles? Se trata de un ingrediente popular en las mesas peruanas; no obstante, algunas personas lo evitan porque provoca gases. Esto se debe a que contienen carbohidratos difíciles de digerir. Para evitar el problema se recomienda remojarlos antes de cocerlos ¿por cuánto tiempo?
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¿Por qué debes remojar los frejoles y por cuánto tiempo?
Remojar las legumbres, como es el caso de los frejoles, tiene varias ventajas: suaviza el grano, disminuye el tiempo de cocción, mejora la absorción de nutrientes, hace más fácil la digestión y evita los gases; según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
La organización recomienda remojarlas en agua entre 4 y 8 horas. Mientras que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sugiere remojar los frejoles, y otras leguminosas, entre 12 y 24 horas.
Ten en cuenta que las horas de remojo variarán según el tipo de frejol (canario, panamito, castilla, negros, etc.) y su tamaño. Luego de remojar, acuérdate de cambiar el agua y enjuaga bien antes de cocinarlos.
¿Cuáles son los beneficios de las legumbres?
De acuerdo a la FAO, las legumbres brindan múltiples beneficios a la salud y en todas las edades de la vida; entre ellos:
- Tienen un alto contenido de fibra (soluble e insoluble): puede reducir el riesgo de enfermedades coronarias.
- Cuentan con un alto contenido en hierro: ayuda a prevenir la anemia en mujeres y niños cuando se combina con vitamina C.
- Contenido de calcio: contribuye a la salud de los huesos y a reducir el riesgo de fracturas por osteoporosis.
En particular, los frejoles cuentan con vitaminas B (tiamina, niacina, riboflavina y ácido fólico), minerales (calcio, hierro, fósforo, magnesio y zinc), antioxidantes y ácidos grasos Omega 3.
Gracias a su consumo, el sistema nervioso se mantiene saludable, ayuda a mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento. Además, por su alto contenido de fibra te brinda una sensación de saciedad.
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