El verano se puede vivir de múltiples maneras, todas ellas combinables entre sí. A mí, por ejemplo, me gusta saborearlo con la fruta de temporada cada mañana, con el olor a coco de alguna crema corporal, con una cerveza heladita que llega en el momento preciso (mejor si se acompaña de una porción de chifles), con incontables observaciones al cielo limeño a la hora del atardecer, y con el inmenso placer que me supone utilizar un solo par de hawaianas como calzado universal durante toda la temporada. Entre estas expresiones, eso sí, mi favorita tiene que ver con aquello que elijo comer en los días soleados, así como el ambiente donde me provoca disfrutarlo.

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Mi visita al local de Kaia ubicado en La Mar ha demorado algunos meses, pero llegó en el tiempo idóneo. Tan pronto como entré, la decoración me remitió a esos pequeños restaurantes de la costa griega o italiana, con mucho blanco, luces cálidas y paredes limpias. Se siente casi como ingresar a una gruta o una pequeña cueva, donde nos espera alguna que otra sorpresa. El restaurante miraflorino tiene dos pisos y un ambiente bastante íntimo, algo que se configura como un diferencial frente a sus ‘hermanos’ playeros, con mesas grupales, música en vivo, adornos de fibra natural y una vibra 100% veraniega. Tiene sentido: el local original está ubicado en Punta Hermosa, donde es un rotundo éxito. Las otras dos sedes en Asia siguen por esa misma línea.

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Juan Carlos Fangacio
Cebiche al estilo de Kaia, con corvina fresca, palta, camote glaseado, cancha chulpi y choclito amarillo.
Cebiche al estilo de Kaia, con corvina fresca, palta, camote glaseado, cancha chulpi y choclito amarillo.

El menú es igual en los cuatro locales: una carta de comida nikkei con libertad para la fusión y un poco de juego. Me encantan sus opciones de tacos y baos, con distintos rellenos marinos y siempre con un toque oriental. Son bocados ideales para compartir en grupo, aunque —siendo honesta— también podría comérmelos como porción personal. Si bien el fuerte por aquí son los nigiris y makis, no olvidemos que Kaia tiene mucho de inspiración costera, por lo que cebiches, tiraditos y pokes también son parte esencial de la carta.

Taco kaia, servido en Siukao crocante con dados de atún, palta, germinados, kiuri y salsa de ostión.
Taco kaia, servido en Siukao crocante con dados de atún, palta, germinados, kiuri y salsa de ostión.

En el lado de los fondos, la variedad sigue marcando el hilo conductor en esta mesa. Encontramos desde risotto en tinta de calamar o espagueti a la vóngole, hasta un atún saltado, unos fideos udón con pollo crocante y setas, o un sabroso yakimeshi de langostinos.

Tentador nigiri loche, con salmón, wasabi, batayaqui, zapallo loche y queso manchego flambeado. En total, hay nueve clases de nigiris en la carta.
Tentador nigiri loche, con salmón, wasabi, batayaqui, zapallo loche y queso manchego flambeado. En total, hay nueve clases de nigiris en la carta.

La fotógrafa Yasmin Kahatt, una de las socias detrás de Kaia, y gran promotora de su restaurante, nos cuenta que los planes con este concepto son muchos. Quieren seguir consolidando la marca en todo el país, ofreciendo la mejor experiencia para sus clientes en esta temporada —y el resto del año, claro— y no ven muy lejano el día en el que Kaia salte a otros destinos en el extranjero. La comida peruana sigue creciendo y en algunas mesas, como la que visitamos hoy, el verano puede ser eterno. //

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Cócteles para empezar

Nunca es mala idea (salvo que estemos apurados, o no nos provoque tomar alcohol) comenzar la comida con un buen aperitivo. Nos refrescan, abren el apetito y —al menos a mí— también nos ponen de buen humor. En la carta de Kaia encontré un cóctel que rápidamente se ha convertido en un nuevo favorito: el Sol Naciente, a base de jerez, chardonnay, cítricos y lichi. Chic y muy fresco.

plan de fin de semana

Como saben, Kaia empezó en Punta Hermosa (donde están abiertos todo el año) y esa esencia veraniega también se ha extendido a otras playas durante la temporada. En Asia tienen dos sedes, en Playa Bonita y Playa del Golf, y se puede entrar a ambos locales por el malecón. Si vienen desde el estacionamiento, lo idóneo es reservar y dejar los nombres para el acceso. Suele haber DJ y música en vivo los viernes y sábados. Un superplán.

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