Nora Sugobono

Es difícil describir qué pasa exactamente en La Pulpería. Para empezar, el local es un traspaso (una suerte de garaje con un pequeño jardín) tomado por el chef Pedro Miguel Schiaffino y el bartender Luis el ‘Chino’ Flores, recuperado del accidente de moto que tuvo en vilo al hace unos meses. Hoy es otra la historia por aquí.

La Pulpería ha sido renovada en su totalidad con el genio y el entusiasmo de esta dupla creativa y se surte de productos cuidadosamente escogidos con sello local e internacional: desde morteros de sal de Maras hasta panettone todo el año. Una tienda delicatessen sin la pompa de formatos más añejos y la onda –llamémoslo magia– que solo tienen aquellos sitios que no poseen símil.

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Se puede comer y beber, pero no es un restaurante propiamente. La experiencia dura todo el día: desde el café de la mañana (recomiendo el café frío con piña y limón dulce) o alguna copa de vino a mediodía; cualquiera sea la elección, se puede acompañar con un tostón de salmón ahumado, boquerones de pejerrey, una tortilla con chorizo español y guindillas, o quizá solo un poco de pan fresco –focaccia; campesino– para picar antes del almuerzo.

Salmón ahumado, kimchi de la huerta y crema de queso de cabra, todo sobre una tostada de pan campesino. atrás, tortilla española con alioli y pimentón. Foto: Heroina Estudio.
Salmón ahumado, kimchi de la huerta y crema de queso de cabra, todo sobre una tostada de pan campesino. atrás, tortilla española con alioli y pimentón. Foto: Heroina Estudio.
/ Heroina Estudio

El concepto aquí es que el producto brille, que el cliente elija y que pase lo que tenga que pasar cuando hay buen apetito y se llega con sed. Tablas de quesos y jamones, y platos de inspiración española como pulpo a la gallega o croquetas del día, terminan de redondear la visita que en algunos casos puede prolongarse horas. El menú está vivo, en el sentido más pleno de esa palabra. Los fines de semana suele haber paella y alguna que otra sorpresa. Si no hay dónde sentarse, poco importa comer parado.

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La hora del aperitivo

  • El menú elaborado por Luis Flores posee una sofisticación que seduce. Es complejo pero fresco y creativo. Los cocteles salen desde S/ 30 en adelante. En el local hay mesas al aire libre y una barra a la entrada: ese es el espacio destinado a probar los bocados en La Pulpería.
  • La oferta en vinos es extraordinaria. La selección de bodegas y etiquetas ha sido curada al detalle. Argentina, España, Francia, Italia y Perú: ya sea para comprar botellas o vinos por copa (depende del día), la recomendación aquí es aventurarse a explorar.
Pedro Miguel Schiaffino y Luis el ‘chino’ Flores son dupla desde 2010. En 2019 compraron el local de La Pulpería. Foto: Heroina Estudio.
Pedro Miguel Schiaffino y Luis el ‘chino’ Flores son dupla desde 2010. En 2019 compraron el local de La Pulpería. Foto: Heroina Estudio.
/ Heroina Estudio

Más información:

Dirección: Calle Chiclayo 999, Miraflores.

Contacto: 994645471

Instagram:

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