La guerra en Ucrania revivió un fantasma. Y no es el fantasma del comunismo. La negativa de Polonia, Suecia y República Checa a enfrentar a Rusia en la repesca europea por un cupo al mundial de Qatar 2022 gatilló recuerdos y trajo a la memoria largas noches de sombras.
Vayamos por partes.
Agosto 1973, eliminatorias al Mundial de Alemania 1974: Chile elimina a Perú en un partido de desempate para el olvido jugado en Montevideo. Ni Sotil o Cubillas fueron suficientes. Y ya asomaban líos de camerino en la interna peruana. ‘La Roja’ vence a la blanquirroja 2-1 y nos condena a seguir por televisión el Mundial que encumbraría a “la naranja mecánica” de Holanda. La victoria chilena suponía, sin embargo, medio boleto mundialista. El ganador de la llave Perú/Chile debía jugar contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS, 1917-1991) para dirimir cuál de los dos clasificaría al torneo.
MIRA TAMBIÉN: Libros y documentales para entender mejor el conflicto entre Rusia y Ucrania
Septiembre 11 de 1973, Santiago. Un cruento golpe militar de corte fascista acaba con la democracia chilena y depone al presidente socialista Salvador Allende, aliado político de Cuba y la URSS. Asume el poder el general Augusto Pinochet, quien gobernará con puño de hierro de 1973 a 1990.
Septiembre 26 de 1973, Moscú. La selección de la URSS recibe a su par de Chile en el estadio Lenin. Los 90 minutos acaban sin goles. La clasificación se decidirá en el duelo de vuelta en Santiago, dos meses más tarde.
Noviembre 21, 1973. Sobre la grama del Estadio Nacional de Santiago solo hay un equipo. Y no es el soviético, sino los 11 jugadores de la selección chilena vestidos con su indumentaria deportiva ocupando sus posiciones en la mitad del campo. Los jugadores posan en cuclillas para las fotos. El árbitro pita y da por iniciado el juego. La pelota se mueve, los jugadores avanzan superando rivales imaginarios, dan pases entre sí y gol. Gol ante un arco vacío. En las tribunas semivacías -el Nacional de Santiago tenía entonces capacidad para 45 mil aficionados- unas 15 mil personas son testigos de una de las escenas más insólitas y vergonzosas del fútbol. Anotado el gol, el juez da por finalizado el encuentro. Toda la pantomima duró menos de un minuto.
El resultado final: Chile ganó 2-0 porque la URSS no se presentó. Para la FIFA, que contribuyó a la trama y la avaló, Chile clasificó a Alemania 74 porque los soviéticos perdieron por ‘walk over´. Esta ignominia pasó a la historia como el “partido fantasma”.
Recuerdo vivamente haber visto entonces por televisión las imágenes de aquel “partido fantasma”, sumido entre la bronca adolescente de que el equipo que nos sacó de carrera del Mundial lograse de una manera extradeportiva su boleto a Alemania, impulsado por un golpe militar y un baño de sangre.
¿Qué pasó?
Entre el 26 de septiembre y el 21 de noviembre, se conoció a través de denuncias difundidas por la prensa que el Nacional de Santiago se había convertido en un centro de detención, tortura y muerte de opositores a Pinochet. El cantautor Víctor Jara, entre ellos. A raíz de ello, la URSS solicitó a la FIFA programar la revancha en terreno neutral en algún país vecino a Chile: “Los deportistas soviéticos no pueden en este momento jugar en el estado de Santiago, salpicado con la sangre de los compatriotas chilenos”. La FIFA desestimó la solicitud alegando que un delegado suyo constató que la versión de la prensa y Moscú era falsa. La URSS renunció a jugar y el resto ya es historia.
COMPARTE: Rusia invade Ucrania: una guía para no caer en las fake news que circulan en redes sociales
FEBRERO 2022
La invasión a Ucrania ha puesto en aprietos a la FIFA, que deberá decidir si deja a Rusia sin mundial de Qatar o si lo clasifica directamente por ´walk over´. La negativa de Polonia, Suecia y República Checa a jugar contra la selección rusa en la repesca europea como protesta por la guerra de Putin coloca a la autoridad del fútbol mundial sobre la cornisa. Y el tiempo apremia. El 24 de marzo Polonia debía de visitar a los rusos en Moscú en semifinales de su repesca y el 29 de marzo el ganador de la llave Suecia/República Checa tenía que medirse al eventual vencedor de la llave entre polacos y suecos.
“La selección nacional checa no jugará en ningún caso un eventual partido contra Rusia en la repesca para el Mundial”, tuiteó la Federación Checa. “Basta de hablar, es hora de actuar. Debido a la escalada de agresión de (...) Rusia en Ucrania, el equipo de Polonia no tiene previsto jugar el partido de calificación contra el equipo de Rusia”, indicó el presidente de la Federación Polaca de Fútbol, Cezary Kulesza. El presidente de la Federación Sueca, Karl-Erik Nilsson puso su cuota: “Decida lo que decida la FIFA, nosotros no jugaremos contra Rusia en marzo”.
Las federaciones de Polonia, Suecia y República Checa habían solicitado conjuntamente el pasado jueves que se cambiara la sede de los partidos de repesca, tal como reclamó la URSS en 1973. El domingo la FIFA impuso a la selección de Rusia jugar sus partidos como local fuera de su territorio y prohibió el himno y la bandera rusa en todas sus competiciones. Pero los tres países radicalizaron su postura y dijeron que no jugarían contra ningún combinado ruso camuflado de la manera que sea. Este lunes, bajo presión y ante la mirada de un mundo globalizado, la FIFA ha roto un paradigma - evitar que la política contamine el fútbol- y sancionó a Rusia excluyéndola de la eliminatoria al Mundial Catar 2022 y condenando a los rusos a volver a ver un mundial por televisión, como en 1974. Pinochet y Putin acaban así envueltos en el mismo papel de periódico.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Universal Orlando: un recorrido por sus nuevas atracciones y cuáles son las ofertas del lugar más mágico de Florida
- Stephanie Cayo y Maxi Iglesias: la historia detrás del romance que protagonizan en la ficción de Netflix y en la vida real
- La historia del peruano que desarrolló una escuela virtual de ciencia accesible para todos
- Madrid: un recorrido por el mercado de San Miguel, cuna de la gastronomía española
Contenido Sugerido
Contenido GEC