(Foto: Shutterstock)
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Redacción EC

La es uno de los términos más utilizados en el ámbito laboral en los últimos años. ¿De qué se trata? En términos cristianos: básicamente es ejecutar la mayor cantidad de labores, del mejor modo y en el menor tiempo posible. ¿Cómo podemos lograrlo? Aquí te damos una mano: presta atención.

1. Organízate. Para ser más productiva con tu tiempo, ya sea en el ámbito laboral o en tu vida en general, es vital que seas organizada. Establece horarios para cada actividad en tu día: trabajar, ir al gimnasio, pasar tiempo libre, etc. Eso te ayudará a no malgastar el tiempo.



2. No abuses de las redes sociales. A veces, pasamos horas y horas en las redes sociales: viendo fotos en Instagram o revisando algunos videos en YouTube. Aunque relajarse es vital dentro de una agenda ocupada (para evitar el estrés y otros males), no es recomendable abusar de las redes sociales pues perderás mucho tiempo valioso.

3. Sé realista. El primer paso hacia la productividad es entender que no somos increíbles, que somos humanos. Si eres de las personas que tiene muchas cosas que hacer en un día, es importante que sepas como dividirlas y no exigirte demasiado. En el caso contrario, no tendrás resultados con calidad. Recuerda: el que mucho abarca poco aprieta.

4. Dormir, dormir y dormir. Es necesario (y buenísimo). Para empezar el día con ganas y poder cumplir con todos los horarios y metas que tienes, es imprescindible estar descansada. Te ayudará a rendir todo el día.

5. Aliméntate bien. Es un hecho, la comida saludable aumenta tu energía. Comer verduras y frutas, en lugar de grasas, te dará más energía para hacer tus tareas diarias y, además, te mantendrá motivada. 

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