Una uña saludable debería ser de color rosado, con un toque más blanquecino cerca de la base.
Pero a veces las uñas sufren alguna alteración o anomalía, que puede deberse a múltiples causas.
"Siempre que se observe una alteración de la uña que no mejore de forma espontánea, es recomendable ir al médico", le dice a BBC Mundo la doctora Leire Aguado, dermatóloga de la Clínica Universitaria de Navarra (España).
"La alteración más común de las uñas es que se vuelvan frágiles", explica Aguado.
A medida que envejecemos, tienden a volverse quebradizas.
Y con el paso de los años, muchas se debilitan debido al contacto continuado con el agua o con productos químicos como detergentes o esmaltes.
Por eso, es recomendable usar siempre guantes para cualquier actividad en contacto con el agua y aplicar con frecuencia crema hidratante, explica el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) en su página web.
(Foto:Shutterstock)Si la uña está debilitada, puede fortalecerse con suplementos de vitamina B7.
Con la edad pueden aparecer también estrías verticales, desde la cutícula hasta el final de la uña.
Las estrías verticales son bastante comunes y no hay que preocuparse por ellas.
No hay un tratamiento específico para las estrías, aunque sí existen algunos geles cosméticos que aportan uniformidad a la uña.
Hongos y psoriasis
Pero no siempre la edad es la causa de que nuestras uñas se vuelvan quebradizas o frágiles.
Otro factor común es el déficit de vitaminas o minerales.
(Foto:Shutterstock)"En estos casos, la debilidad de las uñas suele ir acompañada de la pérdida de cabello", dice Aguado.
Si las uñas presentan alteraciones de color, como por ejemplo verse amarillentas, las causas más comunes suelen ser las infecciones por hongos.
Mucha gente desarrolla una infección por hongos o bacterias en algún momento de su vida.
Estas infecciones no suelen ser graves, aunque pueden ser incómodas y difíciles de tratar.
Las infecciones por hongos se desarrollan poco a poco y provocan que la uña se vuelva descolorida, amarillenta, engrosada y distorsionada.
Esto es más común en las uñas de los pies que en las de las manos.
El nombre médico para estas infecciones es onicomicosis y la mejor forma de prevenirlas es lavar adecuadamente los pies, secándolos bien e intentando que permanezcan secos a lo largo del día.
Otro tipo de infecciones son las causadas por bacterias, hongos o virus herpes que infectan la piel que rodea la uña debido a cortes o fisuras en la cutícula, por ejemplo.
Esta condición, denominada paroniquia, puede ser aguda, si se desarrolla en solo unas horas, o crónica, cuando dura más de seis semanas.
En cuanto a la psoriasis, esta afección provoca que las uñas se vuelvan amarillas o que se vuelvan frágiles.
"También puede hacer que las uñas aparezcan picadas", afirma Aguado.
De hecho, según la página web del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS), entre el 10 y el 50% de los pacientes con psoriasis presentan también uñas picadas.
Traumatismos
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