Conoce un poco más del síndrome de Prune Belly

Por: Rosa Chávez Yacila

Las enfermedades poco habituales son complicadas de sobrellevar (por la poca información que se tiene de ellas o por la escasez de especialistas), pero no es imposible vencerlas. A continuación presentamos uno de esos casos especiales, el síndrome de prune belly:    

¿De qué se trata? 

También es conocido como el síndrome del abdomen ciruela pasa, el síndrome de la triada o el síndrome de Eagle-Barret. Se trata de un mal congénito que conlleva tres problemas principales: ausencia o poca presencia de los músculos abdominales (lo cual ocasiona que el abdomen luzca como una ciruela pasa), no descenso de uno o ambos testículos a las bolsas escrotales y complicaciones en las vías urinarias. 

¿Cómo se ocasiona? 

Hasta el momento se desconoce la causa (o causas) que lo provocan, sin embargo se presume que podría ser provocado por un defecto en el desarrollo de las vías urinarias, entre la tercera y décima semana de la gestación. 

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas son varios y se asocian: -Por la atrofia de los músculos de la pared abdominal se presenta un abdomen prominente como un “pequeño Buda”, estreñimiento, retraso en el desarrollo motor (por ejemplo para sentarse y caminar), problemas respiratorios (dificultad para toser y expectorar).-Por las alteraciones de las vías urinarias se tiene dificultad para orinar, infecciones urinarias, cálculos urinarios, deterioro de la función de los riñones, entre otros.

¿Cuál es su tratamiento? 

El síndrome de prune belly es un conjunto de alteraciones que involucra varios órganos, por ello su tratamiento es complejo y depende de la severidad de los síntomas de cada caso. Para saber bien sobre su condición, el paciente debe pasar por estudios detallados de laboratorio e imágenes. Así sabrá cuáles son sus prioridades médicas. Estas suelen requerir la participación de diversos especialistas desde su nacimiento y por el resto de su vida. 

¿Cuáles son las expectativas?

Esta enfermedad no tiene cura ni forma de prevenirla. Sin embargo, por medio del ultrasonido y las ecografías de las semanas iniciales de la gestación es posible detectar ciertas condiciones de sus manifestaciones. En algunos casos se han realizado procedimientos de cirugía fetal para descomprimir las vías urinarias y evitar mayor deterioro de los riñones antes del nacimiento.