El cáncer de vejiga es el cuarto cáncer diagnosticado con mayor frecuencia en hombres, indica la Organización Panamericana de la Salud. Esta enfermedad ocupa el octavo lugar de incidencia de cáncer en varones menores de 65 años en el Perú y si bien el tipo histológico más común es el carcinoma urotelial (involucra uretra, la vejiga, los uréteres, la pelvis renal), el 90% de los casos inician en la vejiga, reveló un reciente estudio publicado por EsSalud.
“Este tumor da síntomas rápidamente. El síntoma más frecuente es la hematuria o sangrado en la orina, pero también es muy común el escozor al orinar, que al progresar se acompaña de un dolor en la zona pélvica”, explicó Begoña Pérez Valderrama, especialista en Oncología Médica del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, en diálogo con Bienestar.
“Si hay un adulto mayor en casa que fuma y orina con sangre, la primera sospecha de diagnóstico es el cáncer de vejiga. El tabaquismo y la edad son los principales factores de riesgo de esta enfermedad”, indicó Juan Pablo Sade, especialista en Uro-Oncología del Instituto Alexander Fleming y de la Universidad Austral de Argentina, a este diario.
¿El cáncer de vejiga tiene cura?
De acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el cáncer de vejiga sin invasión muscular a menudo se puede curar. Sin embargo, para el cáncer de vejiga con invasión muscular, el pronóstico depende de si además se presenta carcinoma in situ.
Las tasas de supervivencia a 5 años para el cáncer de vejiga se desglosan de la siguiente manera:
- 97% para el carcinoma in situ, que se limita únicamente al revestimiento interno de la vejiga.
- 71% para el cáncer de vejiga que solo afecta a la vejiga.
- 39% para el cáncer de vejiga que se ha extendido a ganglios linfáticos cercanos u otros órganos adyacentes.
- 8% para el cáncer de vejiga que ha metastatizado a regiones distantes del cuerpo.
Imnunoterapia para complementar el tratamiento del cáncer de vejiga
La inmunoterapia es un tratamiento que busca potenciar el sistema inmune del paciente para que reconozca y combata las células cancerosas. A diferencia de la quimioterapia, que ataca directamente al tumor, la inmunoterapia trabaja sobre el sistema inmune del paciente, explica Pérez Valderrama.
A propósito de la aprobación del fármaco avelumab para el tratamiento de mantenimiento de carcinoma urotelial avanzado, la experta indica que estos tratamientos inmunológicos, conocidos como inhibidores de punto de control, son anticuerpos monoclonales diseñados específicamente para un objetivo: bloquear los mecanismos de resistencia del tumor, permitiendo que el sistema inmune detecte y combata las células dañadas.
“El problema de este tumor es que genera resistencias muy rápidas. Aunque el paciente sea muy sensible a un tratamiento inicial de quimioterapia, entre los 6 y 9 meses el tumor se hace resistente. Este puede y suele progresar con un riesgo de hacerse resistente a lo largo del tiempo”, explica la oncóloga.
“Si tienes un tumor resistente o no a la quimioterapia, también usas la inmunoterapia. Este tratamiento no ataca al cáncer ni reemplaza la quimioterapia, sino que va a mantener los buenos resultados que presente el paciente y mantener su calidad de vida”, añade el uso-oncólogo.
Expectativas y prevención del cáncer de vejiga
Ambos oncólogos coinciden en que, aunque se han logrado avances significativos, aún queda mucho por hacer. La meta es lograr la cronificación de la enfermedad, ofreciendo a los pacientes una vida prolongada y de calidad. Además, se destaca la importancia de la prevención, especialmente en áreas donde factores como el arsénico en el agua y el tabaquismo son prevalentes.
Finalmente, la inmunoterapia, en combinación con la quimioterapia, representa una esperanza para muchos pacientes con cáncer de vejiga. A medida que la investigación avance, se espera que más pacientes puedan beneficiarse de estos tratamientos y mejorar su calidad de vida.