1 / 7 Los libreros de MDF o madera requieren repisas con un espesor de 3 cm como mínimo, para soportar el peso de los libros. (Foto: Ikea)
2 / 7 Juega con las repisas con movimiento. Hay de diseños geométricos, curvos e irregulares. (Foto: Getty Images)
3 / 7 Para esconder algunos archivos o cuadernos, dispón puertas de vidrio o madera en los libreros. (Foto: Maisons du Monde)
4 / 7 Las tapas y lomos de los ejemplares también sirven para darle color al ambiente. (Foto: Maisons du Monde)
5 / 7 En la parte superior del mueble ubica los libros de menor consulta. La profundidad promedio de un librero es 30 cm. (Foto: March Studio)
6 / 7 La sala de doble altura contiene dos libreros altos. En la pared principal no se colocaron cuadros para no saturar. De Paola Durand y José Antonio Mesones. (Foto: Jaime Gianella)
7 / 7 Utiliza spots dirigibles para iluminar puntualmente tu librero y logra que su diseño adquiera protagonismo. (Foto: Plasterlina)
Los libreros, además de ayudar con la organización de un espacio, se han convertido en una pieza protagónica de la decoración. Su uso no solo se restringe a los libros, sino también a lucir diversos objetos, como trofeos, discos, pequeñas obras de arte, fotos y plantas.
Por lo general, los libreros suelen ocupar las zonas de estar, como la sala, un estudio, oficina o un pasadizo. Si el ambiente es reducido, aprovecha las esquinas desperdiciadas, las columnas, el muro que bordea un ingreso o la parte alta de las paredes que están detrás del sofá principal para acondicionarlos.
Los libreros han evolucionado y adoptado formas variadas, como lineales, asimétricos y curvos. En la galería que acompaña la nota, descubre el que más se adapte a los espacios de tu casa.