-Te propongo algo
-Dime
-Yo te prometo que voy a campeonar, pero tú prométeme que alguien de “La Banda Íntima” viajará a la Copa Libertadores.
Son cerca de las 8:30 de la noche del sábado 30 de octubre. Después de haber esperado un par de horas impacientes en el terminal, Alfredo y Luis suben al bus que los llevará hacia Desaguadero, la ciudad puneña fronteriza con Bolivia. Será el primer tramo de su larga travesía por tierra desde la capital peruana hasta Asunción, Paraguay, a 3.494 kilómetros de distancia, lugar donde el equipo femenino de Alianza Lima viene haciendo historia en la Copa Libertadores (es el primer elenco peruano en pasar a cuartos de final tras golear 5-0 a Real Tomayapo de Bolivia y enfrentará a Corinthians este sábado). Con una mochila con algo de ropa y la ilusión del primer viaje al extranjero acompañando al club de sus amores, los dos ocupan sus asientos y aguardan, ahora más tranquilos, la partida.
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No son amigos de infancia. De hecho, recién se conocieron este año. Luis envió un mensaje al Instagram oficial de “La Banda Intima”, barra oficial del equipo femenino aliancista que se fundó el 17 de agosto de 2019, con el deseo de unirse. Alfredo, uno de los fundadores y encargado de las redes, le respondió: “bienvenido, hermano”. Luis tiene 28 años y un negocio propio, pero su pasión por la blanquiazul fue más fuerte y no dudó en dejar todo por unos días. Alfredo, de 29 años, pidió permiso en su trabajo, un banco, recién cuando estuvo en suelo paraguayo. Él viajó por un motivo añadido a su hincha: una promesa.
“A inicios de este año nos encontramos con una jugadora que tenía su carro. Le pedimos que nos ayudara a llevar los instrumentos a Matute para un partido. Fuimos Roy, otro de los directivos de la barra, ella y yo. En el camino, como jugando, me dice: ‘yo te prometo que voy a campeonar, pero tú prométeme que alguien de “La Banda Íntima” viajará a la Copa Libertadores’. Cerramos el trato ahí. Al inicio el torneo iba a jugarse en Chile, que es más accesible, luego cambiaron la sede a Paraguay, pero nueva palabra ya estaba dada. Por eso y por Alianza estamos acá”, nos cuenta desde Asunción.
Seas del equipo que seas, imposible no emocionarse con estas imágenes. El futbolero y tribunero lo entiende... ⚽️👏 pic.twitter.com/TqimU0pGgm
— Pasquín Deportivo (@PasquinPeru) November 8, 2021
“La Banda Intima”, la primera barra oficial de fútbol femino en el Perú nació gracias también a la lucha de las futbolistas. “En 2019, a mediados creo, le escribí a Alison Reyes, capitana del equipo, diciéndole que si ella lograba que el club permita el ingreso de público a sus partidos, yo iba a llevar gente. Una semana después, Alison y Carmen Quesada me dijeron que hablaron y permitieron. Me acuerdo que el partido era un jueves a las 11 de la mañana, en horario laboral, pero igual llamé a Roy y Tony, y fuimos. También nos habíamos metido en páginas de Alianza a comentar sobre el partido de las chicas, que la entrada era gratis. Dos días después, en Chorrillos, se creó el grupo”, recuerda Alfredo.
Alianza es de su gente y las jugadores -en este caso Alison y Carmen- son el nexo entre la hinchada y los directivos del club. Las tres partes han ido de la mano en este camino de éxito constante: de ser campeonas nacionales e invictas a ser el primer equipo en clasificar a los cuartos de una Libertadores.
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Un viaje de casi 80 horas para un destino feliz
Los casi 3.500 kilómetros de distancia nunca fueron impedimento. El dinero tampoco. A través de sus redes sociales, “La Banda Intima” realizó una rifa pro-viaje, pero no llegó a la meta. No importó: Alfredo, Luis y los demás integrantes pusieron de su bolsillo: el primer viaje de la barra tenía que ser en un momento histórico. Y vaya que lo fue.
El periplo inició en Lima con un viaje en bus hacia Desaguadero, una ciudad puneña fronteriza con Bolivia. Después de un breve descanso partieron con rumbo a La Paz, capital boliviana, luego hacia Santa Cruz. Hasta ese momento, los amigos unidos por los colores azul y blanco, habían contado 52 horas de viaje.
Villamontes, una ciudad al sureste de Bolivia fue la siguiente parada antes de llegar a la frontera entre el país altiplánico y Paraguay. Mariscal fue el primer pueblo guaraní en el que estuvieron los peruanos. Las últimas siete horas en bus, el sexto que tomaron, antes de arribar a Asunción, el destino final, pasó volando. En total fueron alrededor de 75 horas (3 días y 3 horas) de viaje. No se sabe si lograron batir algún récord, pero sí deben ser parte de la historia blanquiazul.
“Hemos comido en el bus prácticamente. Galleta y gaseosa era nuestro desayuno, almuerzo, cena y merienda, jaja. En La Paz compramos comida pero a Alfredo le cayó pésimo y yo sufrí con la altura, así que mucho no lo disfrutamos. Recién en Paraguay nos alimentamos bien, pero eso nunca importó la verdad”, recuerda Luis.
“En Paraguay nos recibió un hermano aliancista que nos alojó por unos días en su casa. Se sumó otro más y el señor Edwin Vilca, el papá de la futbolista Anais. Somos cinco que cantamos y alentamos por todos los hermanos que están en Perú atentos a la trasmisión. Eso es Alianza: amor incondicional”, agrega Alfredo.
Con la clasificación del equipo dirigido por Samir Mendoza a cuartos de final, Alfredo, Luis y el señor Edwin alargarán su estadía por tierras paraguayas un par de días más, como mínimo hasta el sábado, día en el que las victorianas enfrentarán al poderoso Corinthians de Brasil. El fútbol, deporte globalizado, no conoce de fronteras. El amor de ellos por Alianza Lima tampoco.
Un padre ejemplar
“Yo soy hincha de Alianza Lima desde siempre. A los seis o siete años mi papá me llevó a Matute por primera vez, recuerdo un gol de César Cueto a Sporting Cristal. Desde ese día soy aliancista y siempre voy al estadio. Este es mi primer viaje al extranjero acompañando al club y es más especial porque mi hija está jugando para mi equipo. No puedo describir cómo me siento ahora que mi hija está haciendo historia en la Copa”, empieza Edwin Vilca, papá de Anais, y su emoción se puede sentir a kilómetros de distancia. La delantera ingresó en el segundo tiempo ante el Real Tomayapo, anotó un gol y se lo dedicó. Él fue el padre más feliz del mundo en ese momento.
DESDE LA TRIBUNA : ASÍ FUE EL GOL DE ANAIS VILCA DEDICADO A SU PADRE. Ambos hinchas de Alianza Lima pic.twitter.com/yU9Obp9zNk
— La Banda Íntima (@BandaIntima) November 11, 2021
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Edwin siempre ha estado al lado de Anais. Lo estuvo cuando jugaba tenis y viajaba a torneos nacionales al interior del país y lo está ahora en Paraguay haciendo historia con Alianza. “Llegó un momento en el que entrenaba tres o cuatro horas diarias y el tenis se volvía algo estresante. Incluso muchas amigas de su promoción dejaron el colegio y empezaron a estudiar desde casa. Así que decidió dejarlo”, recuerda.
“Estuvimos analizando otros deportes y decidió el fútbol, creo porque me acompañaba junto a su hermana al estadio a ver a Alianza”, agrega. Anais llegó a La Cantera, un equipo de fútbol femenino en el Perú que debería tener mayor reconocimiento por el trabajo casi anónimo que ha hecho en estos años en el crecimiento del deporte en el país. Luego pasó a Deportivo Municipal.
Tras unas temporadas en “La Franja”, la atacante tuvo su primer acercamiento con el cuadro victoriano. En 2019, año que fue un punto de inflexión en el fútbol femenino nacional por la final disputada entre Alianza Lima y Universitario en el Estadio Nacional después de 21 años, Vilca recibió el llamado desde La Victoria. Justamente la querían para esas finales.
Cuando se acabó el préstamo regresó a Municipal. La pandemia paralizó todo, pero no las ambiciones de la institución íntima. Con Sisy Quiroz como líder del proyecto, Anais fue uno de los jales hacia el futuro: con 19 años regresó a Matute en marzo pasado. “Se quiere quedar toda la vida acá”, dice su padre.
“Yo me vine en avión para apoyar a mi hija. Me iba a regresar este jueves, pero me quedaré hasta el sábado y si clasificamos seguiré postergando mi regreso. Con los chicos de “La Banda Intima” sí me saco el sombrero, ellos vinieron por carrera sin importar nada. Se comunicaron conmigo antes del viaje para que traiga sus banderas. Ahora estamos conversando para ver cómo los apoyamos y regresen un poco más cómodos”, cuenta Vilca sobre sus nuevos amigos y hermanos aliancistas.
Si alguna vez alguien se atreve a decir que el fútbol es solo un juego, de la manera más vil y despectiva, hay que recordar la travesía de Alfredo, Luis y Edwin. Un amor incondicional digno de admirar. Un largo viaje tan histórico como la clasificación del equipo femenino de Alianza Lima.
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