Se suponía que iba a ser una casa.
Pero se volvió un sitio hostil, un espacio negado para las familias, un infierno caótico y lejano a donde uno iba no para enamorarse, gritar sus afectos o dejar que lo abracen: el Monumental de la ‘U’ era un lugar perfecto para la desilusión. No era solo la agresiva procesión de gente que se mira con odio casi religioso, ni lo monstruoso de sus distancias que cruzan Lima un sábado a la noche. Se trataba, más bien, de una sombra. Un estigma. Ir al Monumental, ese estadio inmenso que soñó Nicolini y construyó Alfredo, era un castigo.
Hoy que estrena Museo, tanto por mostrar, que agota sus localidades, que se ha vuelto el destino favorito para 40 mil personas todos los domingos, cuesta creer que esa cruel descripción le pertenezca a este mismo estadio que ahora se parece tanto a un hogar.
𝙃𝙄𝙉𝘾𝙃𝘼𝘿𝘼 𝙈𝘼́𝙎 𝙂𝙍𝘼𝙉𝘿𝙀 𝙎𝙊𝙇𝙊 𝙐𝙉𝘼 🫡
— Universitario (@Universitario) March 11, 2023
𝙇𝙊𝘾𝙊𝙎 𝘿𝙀 𝘼𝙈𝙊𝙍 𝙋𝙊𝙍 𝙇𝘼 𝙐 💛
𝘎𝘳𝘢𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘢𝘭𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰, 𝘮𝘦𝘳𝘦𝘯𝘨𝘶𝘦𝘴. 👏#ConLaUHastaElFinal pic.twitter.com/xd1h8tUKY3
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¿Cuántas cosas ocurrieron desde el día de su inauguración? Demasiados tajos, demasidos heridos, demasiados enemigos. Pero sobre todo, la ‘U’ se convirtió en un club que perdía. Desde que se jugó el primer partido en el Monumental en el año 2000 (1), la ‘U’ solo ganó tres Aperturas -con Cappa en 2002, con Gareca en 2008 y con Chale en 2016-, y dos títulos nacionales -2009 y 2013-. Poco, un registro atroz para una institución que luce detrás de sus arcos -y sus hinchas en el Twitter- la frase El Más Campeón del Perú (2). El verdadero motor que empuja a la masa a dejar de ser simpatizante y volverla hincha es ese, los triunfos; estos, los fundamentales argumentos para entender que un niño de 10 años quiera usar como pijama la camiseta de su viejo la misma noche en que su equipo, heroico, remonta un partido y gana en el último minuto. En cualquier otro caso, das mucha ventaja. Sin ganar campeonatos, dependes tanto de la nostalgia, invisible, sepia. Antojadiza. No hay forma de decirle a la familia un domingo: hoy vamos al estadio todos a ver al equipo que nunca sale campeón.
Por eso mismo, la avalancha de 40 mil personas promedio en cada fecha que la ‘U’ ha jugado de local en la temporada no tiene ninguna respuesta lógica.
(1) El día de la inauguración, el ‘U’ vs. Cristal se disputó con 54.708 espectadores en tribunas, según información que alguna vez me contó Carlos Enciso Pérez-Palma (+), notable y querido periodista.
(2) Se refiere a la estadística oficial que contabiliza la FPF, la Conmebol y la FIFA sobre los campeonatos nacionales del club estudiantil hasta el 2023: 26.
Histórico. Así luce el Monumental desde que Universitario arrancó el campeonato: 40 mil personas promedio por fecha de local, una confirmación de que, con estrategia de marketing, y mensajes directo al corazón de los hinchas, los estadios pueden lucir así de imponentes. Ni siquiera en los años del Tricampeonato crema, precisamente celebrado el año 2000 -ya con el Monumental inaugurado-, el club tuvo estos registros de asistencia. Fuentes consultadas al interior del club crema coinciden en que se también se superará, al final del año, la recaudación histórica de todos los tiempos.
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O quizá, sí. La fe. La ansiedad. El hartazgo. La ultracompetencia. El hastío. La necesidad. La venganza. El amor. Y por todo ello, una artería que los recorre transversal y cuyos expertos, hombres silenciosos que miran tendencias, interpretan estadísticas, miran hacia dónde van los mercados, llaman con sencillez, plan de marketing. Como si fuera fácil y como si fuera poco. No diré sus nombres porque todo el mundo sabe quiénes son -les escriben a diario en Twitter- y, sobre todo, porque a algunos de ellos los quiero de otro tiempo, los abrazo en otra circunstancia, pertenecen a mi familia. ¿El Monumental queda muy lejos? Coordinaron con la ATU para tener paraderos finales en el estadio, y los buses suficientes para que la salida sea más ordenada y, sobre todo, menos pesada. (3) ¿Se puede almorzar en el estadio? Entonces mejoraron los servicios de comida rápida, convocaron a Papa Johns, Loa y otros patrocinadores y acaban de habilitar El Rinconcito Merengue, compra anticipada vía Teleticket en oriente y occidente y así evitar el tedioso trámite de hacer cola y hacer malabarismo con los sánguches. ¿El partido dura solo 90 minutos? No, debe ser una experiencia, al estadio uno deben querer llegar pero nunca más irse: fuegos artificiales cuando el equipo sale a la cancha, homenajes en cada fecha a verdaderos ídolos del club, todos los rincones del estadio brandeados de tal forma que se vuelven instagrameables, música de Atados o Bombo en el entretiempo, voluntarios que abren puertas, muestran accesos, reciben con lo único que uno quiere ser recibido cuando va a casa: una sonrisa.
Así es hoy el Estadio Monumental, que hasta muy poco tenía sus butacas sucias con polvo de cementerio.
(3) Un dato para los pesimistas: ni siquiera en el mundial de Qatar, el más moderno de la historia, los buses, metros, trenes y todo aquello que uno imagina existe como sistema de transporte en ese país excéntrico y lujoso, llegaban a la puerta de los estadios y, por el contrario, había que caminar veinte cuadras hasta encontrar los accesos. No me lo contaron, las caminé.
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Ese lugar inhóspito abre este jueves sus inmensas puertas y se pone a la vanguardia: inaugura el Museo Monumental, de la mano de la actual administración y de Colectivo USA (4), una agrupación de hinchas que, como tantas otras, sale de su anonimato solo para ofrecer el generoso corazón puesto a los pies de su club querido. No los conozco, pero los intuyo, sospecho sus formas, sus modales, su mirada: jovencitos y jovencitas de 40, 45 años, que dejaron el país hace siglos pero que nunca dejaron que la ‘U’, esa ‘U’ que los encantó en los años 90, salga de ellos.
Porque en todos estos años de derrotas, de cicatrices, de problemas inmensos como edificios, hay quienes no han dejado que la ‘U’ salga de sus cuerpos. Los 43.088 personas que fueron al último clásico de Lolo, el 30 de agosto de 1953, según los registros del Archivo Histórico de El Comercio, que mantiene vivo ese legado. Los 43.566 que asistieron a un improbable ‘U’ vs. Grau el pasado domingo feriado de Semana Santa a las 6 de la tarde. Los que vendrán mañana, inspirados por este amor.
Los que deben ser los 40 mil de siempre.
(4) Si bien llevan como partida de bautizo las siglas de los United States of América (USA), los integrantes del Colectivo viven en Canadá, España, Nueva Zelanda, Inglaterra y Perú. Perdón la falta de memoria.