La pandemia provocó que WWE sufra múltiples cambios en el producto final que ofrecían al público: al inicio, presentaron shows en el Performance Center, donde el silencio era muy ruidoso; luego, pasaron al Thuderdome, con múltiples pantallas y reacciones de los fans en vivo; por último, presentaron WrestleMania con 25 mil fanáticos en Tampa Bay en 2021. El Comercio conversó con Ángel Garza, luchador mexicano de la empresa de Vince McMahon, sobre los procesos que atravesaron durante la pandemia, el impacto de WrestleMania y la lucha que tuvo Bad Bunny en la ‘Vitrina de los Inmortales’.
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¿Cómo te sientes físicamente? ¿Has retomado tu mejor forma física?
De maravilla. Estoy buscando la transformación de mi cuerpo, busco el mejor estado físico desde que inicié mi carrera. Lo estoy logrando de a pocos, todos sabemos que esto lleva tiempo, pero con mucha paciencia y humildad. Mentalmente estoy muy bien y todos tienen que estar atentos porque se viene lo mejor de Ángel Garza en WWE.
¿Y eso se complementa con tus habilidades en el ring?
Sí, claro. Pasa por no conformarte, tienes que seguir trabajando, nunca es suficiente. El día que entres en un estado de confort, no tengas ganas ni hambre de seguir adelante, retírate de ahí, porque sin eso no puedes progresar. Cuando te apasiona lo que haces, siempre vas a buscar más, vas a querer aprender y felizmente ese es mi caso.
¿Qué crees que te falta pulir como luchador?
Seguir trabajando. Si ahora estoy en un 100%, mañana voy a querer estar en un 120% y así sucesivamente. Siempre me va a faltar algo, nunca voy a estar conforme con lo que ya tengo.
Sobre la presión mediática y la responsabilidad que eso conlleva, ¿en algún momento te impactó ser una estrella mundial?
Al contrario. A mí me gusta trabajar bajo presión y ahora, en WWE, lo hago todos los días y eso me gusta, me siento feliz con eso. Tienes luchadores de todo el mundo, con mejores físicos, con peores físicos, con algo de carisma, con distintas habilidades luchísticas, estoy en medio de una ensalada en la que todo el mundo quiere ser eso que tenga el sabor más rico, eso que quieras o deseas. El día que dejas de trabajar, lo reflejas en televisión, en tus promos y en el ring, ahí la empresa te remueve y simplemente pone a otro. Es por eso que te digo que siempre hay que trabajar.
Desde el tema mental, ¿cómo has manejado la ausencia del público en los shows de la WWE?
Era mucho más difícil cuando estábamos en el Performance Center porque no había nadie. Literal hacías una promo y todo estaba en silencio. No habían pantallas, no teníamos audios, nada, todo era silencio. Ahora, estamos mucho más cercanos a la realidad con las pantallas y las caras de las personas que reaccionan ante una promo o ante una buena lucha. Eso te da la tranquilidad de que cada vez estamos más cerca de volver a la vieja normalidad. Cuando eres profesional, no importa el contexto, harás un buen trabajo y en WWE estamos los mejores del mundo, por eso todo ha seguido bien.
Cuéntanos todo el camino que recorrió WWE desde que comenzó la pandemia, ¿cómo te enteraste del coronavirus y cuál fue tu primera reacción?
Fui uno de los más criticados de toda la WWE cuando llegó la pandemia por una acción desafortunada. Yo tengo este personaje que sale al ring y busca un beso de alguna chica en ringside y cuando llega la pandemia, no me dieron la orden que no lo haga, lo volví a hacer y me llovieron las críticas por eso. Incluso, dentro de mi personaje, hice un chiste: “Yo tengo la cura: mis besos”. Eso desató un millón de críticas, algunos me dejaron de seguir, y yo no sabía lo que pasaba. Para serte sincero, al principio no creía que fuese tan serio como ha terminado siendo. No sé si recuerdas, pero al inicio, todos se burlaban, hacían chistes, canciones, porque nadie pensaba que fuese tan fuerte, pero la realidad nos superó. En ese entonces, muchos estábamos preocupados por nuestro trabajo, pero WWE se portó muy bien con nosotros: nos dio mucha calma cuando nos informaron que los shows seguirían. La empresa resolvió el problema de inmediato, optaron por un protocolo estricto de bioseguridad y nos cuidaron al máximo.
Esos primeros meses, en el Performance Center, sin público y sin pantallas, ¿qué fue lo más difícil para los luchadores?
Lo más difícil fue este juego psicológico y mental que nos propuso la pandemia. Según los protocolos, teníamos que estar encerrados, sin contactos con otras personas, pero dentro del ring, estábamos tres personas, contando con el árbitro, en constante contacto físico. En plena lucha, en algún momento se te pasaba por la cabeza un posible contagio y no te preocupabas por ti mismo, pensabas en tu familia. Luchábamos con ese temor, creo que eso fue lo más complicado de la primera etapa en el Performance Center. Nos generó mucho estrés, ya que al inicio, había mucha incertidumbre en torno a la enfermedad. Con el correr del tiempo, uno toma sus medidas de seguridad al máximo para evitar un posible contagio.
Pasa el tiempo, llegamos al 2021, la vacuna mejora muchos aspectos y WWE decide celebrar WrestleMania con público. Cuéntame, ¿qué expectativas tenías sobre el show?
Lo dije antes del show: “Este WrestleMania será energético, probablemente el mejor en mucho tiempo. Por primera vez, después de más de un año, el público estará ahí y será increíble”. Sigo pensando igual, fue un evento increíble. Todos sentimos esa vibra positiva que tanto extrañábamos. Cuando salimos a la tarima, en el inicio del show, fue muy emocionante. Si bien no lloré, tengo entendido que algunos compañeros sí, estaba muy emocionado por dentro. Ver al público ahí, con nosotros, luego de tanto tiempo, fue algo realmente hermoso.
Por último, ¿te decepcionó no haber formado parte de la cartelera de WrestleMania y que un externo como Bad Bunny sí?
No, para nada. Al contrario, estuvimos ayudándolo, pude compartir algunos entrenamientos con él. Cuando tu veías las ganas que tenía Bad Bunny de luchar, mejorar y perfeccionar su técnica, te llamaba a reflexionar. No cualquiera tiene el valor de venir y hacer lo que él hizo. Tenía muchas ganas de mejorar, entrenaba más de dos veces al día en el Performance Center. Al fin y al cabo, es un latino, es de los nuestros, la lucha libre es un deporte que abraza fácilmente al que quiere llegar. Lamentablemente, hay deportes que son muy envidiosos, aquí no sucede eso. Mis respetos para Bad Bunny, hizo un trabajo increíble, me parece genial que un artista de su tamaño haya movido su vida para mudarse aquí y perfeccionar su técnica para cumplir uno de sus sueños: luchar en WrestleMania. Sobre las críticas, todos aquellos quisieran estar en su lugar, era imposible que él rechace una propuesta de WWE. A la gente le da envidia no estar en su lugar, por eso lo critican tanto. Para él hubiese sido muy fácil subir al ring cinco minutos y fracasar, pero no fue así, demostró con creces que se preparó para esa pelea.
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