Raziel García se convirtió en una de las grandes apariciones en la selección peruana durante la reciente Copa América. Con 27 años, el mediocampista llamó la atención por su juego desfachatado, pícaro y efectivo. En especial ante Brasil, en semifinales, donde sintonizó con la sociedad del “toque” bicolor casi de manera inmediata. Su naturalidad para el amague y la sensación de veteranía para atreverse a la jugada distinta, lo han puesto en el foco de los reflectores. Aquí nos cuenta su historia con Pedrito Ruiz, su ídolo de Unión Huaral y sus impresiones sobre el presente: la razón por la que no abandonó el fútbol, su sueño de jugar junto a Paolo Guerrero y la interna de una selección muy unida en el camerino y bastante bien afianzada en la cancha. Eso sí, no olvida a “Chemo” Del Solar, el primer técnico cuya fe lo llevó a dar el salto de calidad necesario para repotenciarse y ver viable, ahora más que nunca, el anhelo de emigrar al extranjero.