(Foto: Sepres)
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Luis Fernando Alegría

Jaime Reusche, vicepresidente y analista senior de Inverstor Services, conversó con El Comercio luego de que el banco de inversión publicara un informe en el que aseguró que un posible renuncia de daría más espacio para realizar reformas económicas. 

¿Qué podría pasar en caso se resuelva la actual crisis política y PPK se mantenga en su cargo?
Creemos que el Congreso tendría una postura un poco más hostil en contra del Presidente y muy probablemente no habría mucho consenso en reformas importantes. En las últimas semanas el Ejecutivo había pedido facultades para dar reformas por decreto, y ese tipo de reformas seria improbable de darse en los próximos 12 meses.

¿El panorama mejoraría si Martín Vizcarra asumiera como presidente?
No tenemos mucha claridad. Si es que se declara la vacancia por el Congreso, en los próximos días veremos cómo progresa, no sabemos si el vicepresidente Vizcarra quisiera asumir las funciones o si se solidariza con el presidente y decide no tomar ese rol. No hemos visto ningún tipo de declaración de él, no podríamos profundizar más en esto.

¿Cómo impacta la crisis al panorama económico del país?
En un escenario de alta volatilidad, probablemente la inversión privada no despegue como esperábamos. Por el momento estamos manejando un rango de crecimiento económico entre 3% y 3,5%, pero no mucho más de eso y tendremos que ver cómo evoluciona la confianza.

¿Cuál es el escenario base para que eso pase?
Honestamente el 3% es un piso que vemos, y tal vez sería uno de los peores escenarios. El efecto en el corto plazo en algunos de los indicadores va a ser transitorio. Se va a ir arriba el tipo de cambio, se va a ver volatilidad en eso. Lo que más nos importa es el tema de las expectativas, cómo se contagian de esto, si llega a afectar la inversión privada que es crítica para nosotros. Para el próximo año teníamos 3,9% de crecimiento, que incluso íbamos a revisar al alza, porque los indicadores parecían sugerir que el crecimiento se iba a ir por encima de 4%, pero es muy posible que este tema afecte el segundo motor [la inversión privada].

Vemos el piso de 3% por dos razones: una, las favorables condiciones externas que le van a dar un poco de empuje a la economía y dos, también la inversión pública que viene creciendo de buena forma. Pase lo que pase en el contexto político, el MEF y las instituciones van a seguir funcionando y avanzado en inversión pública. Por eso le ponemos el piso de 3%, pero es difícil cuantificar qué tanto se van a ver afectadas las expectativas.

¿Qué impactos habría en términos de clasificación de riesgo?
La crisis política no es lo que afectaría la clasificación, sino los efectos secundarios. Si afecta el desempeño económico y si es que contagia un poco a la parte fiscal. Es posible que tengamos mayor debilidad en los ingresos fiscales si se debilita la economía el próximo año, entonces ahí sí vemos una situación en que se pierde más espacio fiscal de lo esperado para los próximos años.

Si la perspectiva se cambiara a negativa, es un aviso de que la economía y política ya no están separadas. La política está jalando la economía hacia abajo y eso podría ser preocupante.

No afectaría mucho a los mercados, no va a cambiar las decisiones de inversión, pero sí es la luz ámbar de que el tema se está poniendo un poco feo.

¿Ven posible que haya una reconciliación entre los dos poderes del Estado o el divorcio es irreversible?
Creemos que hay espacio para reconciliación, pero dependerá de un manejo político muy cuidadoso del Ejecutivo. Desde el 2016 tenemos un Ejecutivo que tiene una postura ideológica muy similar y pro mercado que el partido que domina el Congreso.

Se han encontrado algunas coincidencias, pero siempre estaban las riñas políticas a la orden del día. La lección para los próximos años, si se supera la crisis, es cuidar mucho la relación entre el Ejecutivo y Legislativo. Esperamos que eso sea la resolución de la crisis.

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