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Cuando el médico le pregunta a las gestantes por el tipo de parto de su preferencia, muchas de ellas optan por la cesárea ya que evitan el dolor provocado por el parto natural. Aunque este procedimiento es el más utilizado en Estados Unidos y en América Latina, no es necesariamente el más adecuado.
¿Cuándo debe emplearse este método?
La cesárea se emplea cuando la vida de la madre o del bebé está en peligro, señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Normalmente, se emplea en situaciones en las que la madre está en una labor de parto prolongado, cuando el bebé no está en la posición que permita su salida o no recibe suficiente oxígeno. Se consideran además complicaciones de la placenta, problemas médicos maternos como diabetes, VIH, o presión arterial alta, entre otros motivos.
“Los médicos, las parteras, las enfermeras obstétricas, los responsables de la formulación de políticas sanitarias, las madres y padres, y la sociedad entera, debemos trabajar juntos para reducir ese número y recurrir a la cesárea solo cuando es necesaria por razones médicas”, señaló Suzanne Serruya, directora del Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
¿Qué consecuencias puede traer la cesárea?
Como todo procedimiento quirúrgico, la cesárea también puede presentar complicaciones como infección de herida, transfusión de sangre, hemorragia, endometritis, lesiones viscerales y fetales, dificultad para orinar, desprendimiento de la placenta e incluso, en escenarios más graves, la muerte.
Aquí te brindamos algunos consejos si estás considerando realizar tu parto por cesárea:
- Consulta con tu médico. Si has tenido complicaciones durante los controles de embarazo o que tu bebé está en una mala posición, lo mejor es que optes por la cesárea. De lo contrario, puedes escoger el parto natural, siempre bajo la supervisión de tu médico tratante.
- Evalúa las complicaciones. La cesárea es un método muy rápido pero puede traer algunas complicaciones como hemorragia, infección urinaria o en la herida. Pregúntale a tu médico sobre el riesgo de tenerlo.
- No tengas miedo al dolor. Muchas de las madres no escogen el parto natural porque le tienen miedo al dolor. Pero, a diferencia de la cesárea, la recuperación es mucho más rápida. Además, si elaboras un plan de parto puedes escoger dar a luz acompañado de tu pareja, realizarlo de forma vertical o escoger un analgésico.