En cada día laborable en Lima y Callao se registra un promedio de 24,5 millones de desplazamientos o viajes de personas en autos, buses y cualquier otro medio de transporte. Es decir, cada habitante se traslada entre dos y tres veces al día a algún lugar de la ciudad.
Hace 7 años esta cifra era de 22,3 millones y hace 15 años era de solo 16,5 millones. Es decir, los limeños somos más y nos movemos más.
Esta información es una de las más precisas reveladas hasta ahora. La Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE) la obtuvo gracias a la tecnología Big Data –que registra el movimiento por el GPS de los celulares de forma anónima– para planificar el futuro del transporte público.
“Lo que queremos es dejar como legado a los limeños esta información para la toma de decisiones, sobre todo la relacionada a los planes en el transporte”, dice Carlos Ugaz, director de la AATE. Lo interesante de los datos obtenidos es cómo el movimiento de limeños y chalacos cambia con respecto a los días de la semana, algo que hasta la fecha carecía de información oficial y que se valía más por la percepción o el cálculo.
–De la paz al caos–
Los días con más tráfico y desplazamiento de personas no son los lunes, como muchos creen. De hecho, los lunes y martes son los días hábiles de menor movimiento de vehículos y personas, según la AATE.
Por ejemplo, un lunes de mayo del 2017 registraba solo 23 millones de viajes frente a casi 28 millones de viajes que tuvieron los viernes y 25,2 millones de viajes de un sábado del mismo mes. La ‘tranquilidad’ de los lunes se explicaría por la mayor incidencia de descansos médicos y permisos laborales que suelen haber luego de un fin de semana.
Según la tecnología Big Data empleada por la AATE, a la que tuvo acceso El Comercio, de Puente Piedra a Los Olivos, por ejemplo, hubo 27% más desplazamientos los viernes a comparación de los lunes.
Un conteo de vehículos realizado por TEC Corporation refuerza este sondeo. Esta empresa, que ha instalado la mitad de semáforos de Lima, informó que, en horas punta, las avenidas Javier Prado, Paseo de la República y Faucett registran hasta 30% más vehículos los viernes que los lunes o martes [ver infografía].
Los picos de tráfico de los viernes estarían causado por una mayor cantidad de personas que asisten a eventos sociales o celebraciones.
En hora punta, los vehículos en Lima llegan a registrar una velocidad promedio de 12 km/h, pero los viernes se podría reducir a 10 km/h. Es decir, los lunes en hora punta, un auto puede demorar 50 minutos para recorrer un tramo de 10 kilómetros, pero un viernes se puede tardar 60 minutos.
Gustavo Guerra, experto en transporte, afirma que el 70% de la congestión es causada por taxis y colectivos que, por el reducido tamaño del vehículo, trasladan a pocas personas pero que en suma causan más congestión.
“Debido a los colectivos, durante la gestión municipal anterior, en la Av. Arequipa 60.000 pasajeros se han bajado de los corredores para subirse a los colectivos informales, que pasan con mucha frecuencia pero generan que los buses formales vayan lento. Al ir el bus lento, menos gente va en transporte formal y más gente va en colectivo”, explica.
El 'fenómeno' del sábado
El tráfico de los sábados puede llegar a ser peor que cualquier otro día de la semana. Un conteo realizado por TEC Corporation, empresa que ha instalado la mitad de semáforos de Lima, revela que las avenidas principales de Lima, como Grau, Túpac Amaru, Faucett, Javier Prado y Paseo de la República registran más autos que domingo, lunes, martes, miércoles o jueves. Estas dos últimas avenidas son las que se dirigen a zonas comerciales, como el Mercado Central (caso Paseo de la República) y Jockey Plaza (caso Javier Prado).
Incluso, en noviembre del 2018, más autos circularon por Javier Prado los sábados (10.598) que los viernes (10.467) [ver infografía]. Especialistas creen que la congestión de este día se genera porque familias o jefes de hogar realizan tareas que no pudieron hacer días anteriores.
Iván Villegas, director de desarrollo de la AATE, atribuye esta situación a que los sábados las calles de Lima reúnen, al mismo tiempo, tanto a personas que también trabajan ese día como aquellas que no trabajan pero que realizan quehaceres, como las compras.
En este caso, no hay horas ‘valle’ donde los autos particulares están estacionados y sin moverse, sino más bien existe una gran ‘hora punta’ registrada por el desplazamiento contínuo de estos.