Yuja Wang se presenta en el Teatro Municipal de Lima

A los seis años, Yuja Wang empezó a tocar el piano. A los siete, ingresó al Conservatorio Central de Música de Pekín. A los quince, ya estudiaba en el Instituto Curtis de Filadelfia. Hoy recorre el mundo interpretando obras complejas desde diversos escenarios.

Ese recorrido —disciplinado, casi siempre solitario, exigente— la convirtió en una de las figuras más reconocidas del circuito internacional. Luego de presentarse en Europa, la artista recorre ahora Sudamérica, con paradas en México, Brasil, Argentina y Uruguay. El 17 de junio será el turno de Lima, en el Teatro Municipal.

El programa contempla el Concierto para piano n.º 1 de Chaikovski —pieza que este año cumple 150 años desde su estreno—, además de obras de Beethoven, Stravinski y Kapustin. En ese repertorio amplio, que combina romanticismo, clasicismo y gestos contemporáneos, la acompañará la Mahler Chamber Orchestra, fundada en 1997 y conformada por músicos de distintas nacionalidades.

El concierto tendrá una particularidad: Wang no solo será la solista, también será la directora. No habrá batuta. Dirigirá desde el teclado, como en los tiempos en que el compositor era también el intérprete principal, ofreciendo un formato clásico, pero también diferente.

No es la primera vez que la artista viene al país. En 2023, ofreció en el mismo teatro un recital en solitario. Esta vez regresa con una propuesta distinta: no solo interpretará, también marcará el tempo y definirá la forma del sonido en escena. El concierto en Lima está organizado por TQ Producciones, que presentará en su Temporada 2025 al chelista Julian Schwarz, al pianista Alexei Volodin, al violinista James Ehnes con la Deutsche Kammerphilharmonie, y finalmente a la pianista Marie-Ange Nguci.

La llegada de estos artistas reafirma también el compromiso del Teatro Municipal de Lima por acoger propuestas internacionales de alto nivel y acercarlas al público local. Sin artificios, sin adornos. Con técnica, memoria y precisión. Como lo hace Yuja Wang, con la costumbre de haber empezado a tocar antes de saber deletrear.