Juan Luis  Del Campo

A lo largo de la reciente campaña electoral, Donald Trump despotricó contra los inmigrantes ilegales en Estados Unidos y prometió “la mayor deportación de la historia”. Es una retórica repetida en la que acusa a los indocumentados, que en el 2022 alcanzaban la cifra de 11 millones, de “envenenar la sangre del país” y los tacha de “terroristas”, “violadores” o “animales” salidos de “cárceles y manicomios” para tomar los pueblos y ciudades del territorio. “Estados Unidos es ahora un país ocupado”, aseveró el hoy presidente electo en un mitin en Georgia. “Pero el 5 de noviembre de 2024 será un día de liberación”.

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