El Perú está sumido en un profundo malestar. La economía retrocede, el trabajo escasea y los que pueden hacerlo se van. Esto ocurre a pesar de que el Perú, aparentemente, está superando la inmensa crisis del final del gobierno anterior, con la violencia y enfrentamiento que duraron meses.
Es fundamental recordar lo bueno que tenemos, como lo hizo hace unos días un suplemento sobre el Perú del prestigioso diario internacional “Financial Times”, en el que reconocidos periodistas analizan nuestra relativa solidez financiera, nuestros enormes recursos potenciales y también nuestra inequidad social.
Pero es evidente que no podemos seguir con la tensión actual.
Necesitamos actuar. ¿Cómo? Lo primero, primerísimo, es iniciar un proceso de reconciliación nacional.
Debemos aclarar para la opinión nacional y mundial lo que pasó hace menos de un año, cuando 60 personas murieron heridas por bala en intentos de tomar violentamente los aeropuertos de Juliaca y Ayacucho. El Gobierno, con justa razón, teme el ambiente acusatorio que reina en el Perú hoy, en el que prosperan el ajusticiamiento, las denuncias, las acusaciones constantes y los mitos judiciales, tales como la “responsabilidad mediata”.
Y recordemos que, hasta hoy, hay policías y soldados procesados injustamente por la lucha contra el terrorismo hace 40 años. Pero es necesario aclarar lo que pasó hace un año. Los medios pueden y deben colaborar en esta tarea bajando el nivel de los decibeles inflamatorios que están envenenando nuestra vida pública.
En Arequipa, para iniciar la nueva etapa de Majes, no se ha movido un centímetro desde que dejé la Presidencia de la República, hace ya casi seis años. Y hay una lista mucho más larga de cosas que se empezaron y se dejaron de hacer, entre ellas importantes hospitales en las regiones. También hay muchos proyectos esenciales de agua y saneamiento que están en el tintero.
Segundo, debemos invertir mucho más en incorporar las regiones al Perú moderno, empezando por Puno. Los puneños se sienten excluidos, por eso emigran. ¿Qué mejor aporte que dotarlos con gas y servicios básicos de agua y saneamiento que hoy no tienen? Juliaca y la ciudad de Puno son un mercado de un millón de habitantes hoy desatendidos. Creo que es perfectamente viable traer el gas desde Quillabamba en el Cusco hasta Juliaca en un tubo económico que siga la línea del ferrocarril Cusco-Juliaca-Puno. Invito a las instituciones colegiadas de ingeniería a trabajar en el diseño de este importante proyecto.
Tercero, no hay que olvidarse de la financiación de todo esto. Esa sale de la minería, que es vital para nuestras exportaciones e ingresos fiscales. La actitud ambivalente del Gobierno hacia la minería debe cambiar radicalmente. El Perú está sentado sobre ingentes yacimientos de cobre, uno de los metales más codiciados en la nueva era ambiental. Pero nos estamos dejando pasar por el Congo (Kinshasa) que se acerca como el segundo productor mundial, después de Chile. Y eso solo por causa de nuestra tozudez para rechazar inversiones productivas que darían trabajo y prosperidad a miles de peruanos.
Todo eso es para empezar a restablecer el orgullo del Perú y la riqueza que hoy esconde.