Quizá Juan Vargas sea el futbolista peruano que peor responde, pero ayer hizo la pregunta más pertinente: ¿cuántos de ustedes creían en la selección peruana? Con el micrófono en la mano frente a un atento auditorio de periodistas, el ‘Loco’ parecía un eufórico pastor espiritual en busca de algún credo perdido. Un improvisado encuestador de la fe futbolística. Algunos reporteros agazapados (y enfriados) en la congelada sala de conferencias del estadio Germán Becker de Temuco (ciudad a menos de 10 °C) dejaron morir el incómodo desencuentro con un minuto de silencio. ¿Alguien imaginaba a este equipo de Ricardo Gareca en cuartos de final de la Copa América? Yo tampoco.
El fanático del fútbol en el Perú es muchas veces un tránsfuga de la pasión deportiva. Cambia tanto como el clima de la capital, tiene menos estabilidad emocional que un amante despechado. Hace un año teníamos a una selección que no podía competir ni con Islas Fiyi o con San Marino y ahora queremos que Christian Cueva sea contratado por el Real Madrid. Comportamientos extremos bajo la influencia del hambre de triunfo. Perú tiene hambre. Hace rato.
Una cadena de supermercados chilena ofreció la devolución del dinero a sus fieles consumidores si Perú llegaba a la final de la Copa América. Hoy piden en sus redes sociales que “revisemos bien las condiciones de compra”. Los mismos que diseñaban ofensivos memes para burlarse de Claudio Pizarro lo han postulado como el ‘outsider’ para el 2016 con el ‘bonus track’ de sus atinados aportes a la difusión del quechua.
Hemos mejorado, eso es cierto. Gareca ha ordenado lo poco que tenemos para volver a competir en el fútbol internacional. De momento solo eso: seguimos siendo los octavos o novenos del continente. Un resultado en un torneo corto como la Copa América no define un rendimiento para una competencia de dos años como las Eliminatorias. Avancemos con sensatez, sin infladores para el equipo que aún no tenemos, sin señales de humo, sin engañarnos. Solo nos hemos lavado la cara, falta todavía darnos un necesario duchazo.
Si Perú clasifica hoy a las semifinales repetiremos que han vuelto ‘Los 4 Fantásticos’, pediremos que Gareca se quede hasta el 2020 y la canción “Porque yo creo en ti, vamos, vamos, Perú” alcanzará el millón de reproducciones en You Tube. Pero si nos caemos con Bolivia, ay, mamita querida, pediremos a otro técnico, retiraremos antes de tiempo a Farfán y Guerrero y en el aeropuerto le gritaremos a Vargas que le manda saludos Tilsa. Hincha peruano, asesina ese camaleón que llevas dentro. No cambies tanto, pelona.