Todo indica que la peste bubónica ha desaparecido en Lima, gracias al exterminio de las ratas y la higienización de las casas de muchos barrios de la ciudad, donde viven personas modestas, principalmente familias obreras. La municipalidad trata ahora de vencer otro flagelo: el paludismo. Esta enfermedad ha adquirido en nuestra capital proporciones alarmantes, reclamando la intervención inmediata de las autoridades a fin de impedir que continúe enseñoreada sin ningún control en nuestra población. La alcaldía limeña ha iniciado la campaña antipalúdica en el barrio de La Victoria, con éxito.
H.L.M.