Los rostros de los turistas que finalmente llegan a Machu Picchu, después de cuatro horas de viaje en tren y bus desde Cusco, denotan entusiasmo y a la vez cansancio. Sentimientos encontrados que parecen disiparse mientras recorren las seis hectáreas de la ciudadela incaica, ubicada en la provincia de Urubamba y enclavada entre las montañas que separan a la sierra y selva del país.
Solo entre enero y octubre del 2018, más de 1,3 millones de turistas visitaron el santuario histórico, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur). La gran mayoría llegó a través de la complicada ruta tradicional: auto desde Cusco hacia Ollantaytambo, tren a Machu Picchu Pueblo, y allí abordar uno de los buses –operados por el consorcio Consettur– para recorrer la trocha Hiram Bingham, que conduce al ingreso principal del sitio arqueológico.
—La licitación—
Con ese panorama, el Mincetur (durante la gestión del ex ministro Rogers Valencia) convocó en junio del año pasado una licitación para contratar un servicio de consultoría, a fin de que se desarrollara un “estudio preliminar técnico y económico sobre las posibilidades de realizar un acceso alternativo” hacia Machu Picchu.
Se otorgó la buena pro a la firma Lombardi S.A. Ingenieros Consultores, y el contrato fue firmado el 10 de julio por un monto total de S/265.000. Asimismo, se le otorgó un plazo de cien días para entregar tres informes; el último de los cuales fue recibido por el sector el 12 de diciembre pasado.
—El estudio—
En su página web, Lombardi Ingenieros señaló que el Mincetur le había encargado la elaboración de un “estudio de alternativas para un acceso subterráneo alternativo desde el lado amazónico”, como se conoce a la zona donde se ubica la Central Hidroeléctrica Machu Picchu y el distrito de Santa Teresa.
Según la firma, la evaluación de alternativas incluye “soluciones con pozos verticales equipados con ascensores de 400 metros de altura, así como galerías de conexión”. El acceso a esos pozos se realizaría por “un túnel de aproximadamente dos kilómetros de longitud, equipado con un tren eléctrico o cintas transportadoras”.
Consultado por El Comercio, el Mincetur precisó que efectivamente las opciones estudiadas contemplaban la combinación de sistemas de transporte lineal (tren automático, cintas transportadoras para personas o funicular) y vertical (ascensores de dos niveles). “Permiten la conexión y el desplazamiento de los visitantes entre los portales de acceso desde el lado amazónico y de salida de manera continua y segura”, dijeron.
—Las pugnas—
En diciembre pasado, este Diario reveló que la Municipalidad Distrital de Machu Picchu –bajo la gestión del entonces alcalde David Gayoso– tenía un plan para construir un teleférico desde la localidad hacia el santuario, a través de una línea de cabinas aéreas de 1,5 kilómetros. La propuesta fue asumida por el actual alcalde Darwin Baca.
No obstante, el Ministerio de Cultura calificó de “inviable” la propuesta. Gayoso indicó que eso respondía a que el Ejecutivo –y específicamente el entonces titular del Mincetur Rogers Valencia– buscaba impulsar un acceso mecanizado (como teleférico o elevador) desde el lado amazónico, el cual “desaparecería a Machu Picchu Pueblo”. “No lo permitiremos”, dijo el ex alcalde, quien recalcó que la población local paralizaría el turismo como medida de protesta.
Valencia rechazó entonces que existiese un proyecto de teleférico desde la hidroeléctrica o Santa Teresa: “Lo descarto. No lo he visto, no lo conozco”, dijo a El Comercio. Sin embargo, no mencionó que su sector ya evaluaba la posibilidad de un acceso mecanizado desde el lado amazónico.
Este Diario buscó reiteradamente a Valencia para que explique por qué no informó sobre la licitación otorgada a Lombardi Ingenieros y la elaboración de estudios para un acceso alternativo, pero no hubo respuesta. No obstante, Mincetur detalló que su ex titular fue consultado únicamente por un proyecto de teleférico, y en ese sentido negó su existencia.
—Las reacciones—
Óscar Valencia, presidente del Frente de Defensa de Machu Picchu, manifestó que el Mincetur “nunca socializó con el distrito” la elaboración de los estudios. “Es primera noticia. El Ejecutivo sabe que nosotros no vamos a permitir que se haga un túnel o elevador desde el lado amazónico. No descarto la posibilidad de que la población se levante y paralice el turismo local”, agregó el dirigente.
En tanto, Gayoso indicó que sí conocía la iniciativa del ministerio, pero de manera extraoficial. “Se ha hecho a espaldas de nuestro pueblo. Rogers Valencia nunca habló sobre este estudio. El distrito rechaza cualquier plan desde Santa Teresa o hidroeléctrica. Van a provocar protestas”, dijo.
Al respecto, Mincetur informó que Gayoso participó en el Comité Técnico de la Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM), donde se discutió la elaboración del estudio. Por otro lado, el sector precisó que las alternativas propuestas son “una idea de proyecto”, la cual deberá ser evaluada por las autoridades competentes (Cultura, Ambiente, Unesco) y socializada cuando corresponda para “determinar su viabilidad y posterior desarrollo”. El informe final de Lombardi Ingenieros, explicó el ministerio, se presentará en la próxima sesión de la UGM, aunque no precisó fecha.
Para Carlos Milla, presidente de la Cámara Regional de Turismo del Cusco (Cartuc), la propuesta presentada al Mincetur es adecuada. “Se debe trabajar una estrategia de ampliación territorial de la ciudadela, para lo cual se requiere de otros accesos peatonales y del acceso mecanizado por el lado amazónico. Así, la gente llegará por Machu Picchu Pueblo y saldrá por Santa Teresa, como en un circuito”, dijo.
Milla también calificó de “chantaje” que la población de Machu Picchu evalúe paralizar el turismo como medida de protesta. El vicepresidente de Cartuc, Juan Stoessel, añadió: “Se requieren accesos mecanizados. No se puede seguir manejando como ahora con un monopolio [de buses de Consettur] que no es regulado”.
Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), indicó que cualquier alternativa de acceso mecanizado es válida, siempre y cuando cumpla los requisitos de las autoridades competentes y tome en cuenta el actual aforo de la ciudadela (más de 5.000 visitantes al día). “También tiene que evaluarse el impacto para Machu Picchu Pueblo. Es un tema sensible que debe trabajarse con diálogo”, concluyó.