Hurtado Miller: "En 25 años, no hubo necesidad de otro 'shock'"
Hurtado Miller: "En 25 años, no hubo necesidad de otro 'shock'"
Mariella Balbi

En 1990, el Perú tenía una hiperinflación galopante. Como ministro, tomó una decisión corajuda para detener el deterioro nacional. Luego se metió con Montesinos, esa es otra historia.

Hace 25 años, el 8 de agosto, usted anunció el ‘fujishock’ al país. Finalizó diciendo: “Que Dios nos ayude”. ¿Quién ideó la frase o fue algo espontáneo?
Fue planeada entre Augusto Bedoya, Felipe Ortiz de Zevallos y quien habla. Antes nos habíamos reunido con monseñor Ricardo Durand Flórez, quien nos ayudó tanto. Se habló de que era necesario dar un mensaje de fe. Monseñor nos insinuó frases. De la reunión con Felipe y Augusto Bedoya salió la frase. La redacción final del mensaje la hizo Felipe con la maestría que él tiene escribiendo.

¿Ensayó?
Nada. Fuimos directamente al Canal 5, donde estaba Héctor Delgado Parker. Antes estuvimos discutiendo con el Consejo de Ministros el mensaje desde las 8 a.m. Había desacuerdos. A las 7 p.m. dije: “Bueno, quien quiera me acompaña”. Me fui al canal y comenzamos a escribir el ‘teleprompter’, por eso salimos a las 9 p.m., cuando estaba anunciado a las 7 p.m.

¿El presidente Alberto Fujimori estaba convencido de ello?
Habíamos conversado con él sobre el programa, pero no sabía los detalles de cuánto costarían la leche, la gasolina. Sabía que era necesario, él es matemático. Había conversado con el jefe de asesores Daniel Schydlowsky, era partidario del gradualismo. Pero lo convencimos de que era necesario. Yo lo respetaba mucho, fue mi profesor. El debate fue duro. Finalmente aceptó porque es un hombre inteligente y nuestras razones eran técnicas. No había otra forma de detener el exceso de demanda que con un ‘shock’ de precios.

¿Quién hizo el cálculo de precios?
El viceministro de Hacienda, Alfredo Jalilie. Tenía tres o cuatro alternativas de precios que discutimos. Llevamos precios al valor real. En algunos nos excedimos y los meses siguientes hubo deflación. Los empresarios habían adelantado sus precios, y como hicimos el ‘overshooting’ con el dólar, no lo mandamos muy alto. Ellos comenzaron a soltar inventarios, se redujeron precios y hubo deflación.

¿Tuvo miedo?
Sí, claro. Mucho miedo y, sobre todo, mucho dolor de afectar a la gente. Pero en setiembre la inflación era de 7.400% y había gente que no tenía qué comer. Hablamos con el cardenal de Lima Augusto Vargas Alzamora y con Ricardo Durand para preparar el programa de desarrollo social. Se formó un grupo de 11 personas, presidido por Percy Vargas. Durante 20 semanas, dimos a este comité cinco millones de dólares a la semana. En el comité estaban el Vaso de Leche y Comedores Populares, Ofasa, Care, y distribuían el dinero. El 40% del presupuesto lo manejaba Cáritas, con Ricardo Durand. Él se puso la camiseta y se logró alimentar a siete millones de personas.

Evitaron una revuelta popular.
Claro. Al día siguiente, fui a una misa en el Callao de monseñor Durand. Cuando llegué, no había nadie. RPP pasó la voz y al finalizar la iglesia reventaba de gente. Tenía miedo de salir temiendo una protesta, pero la gente aplaudió fuertemente. Tenían esperanza de que se corrigieran las cosas. Me di cuenta de que habíamos hecho lo correcto. El ‘fujishock’ era duro, pero necesario. A partir de ahí comenzó a bajar la inflación y hasta hoy se mantiene. En 25 años no ha habido necesidad de dar otro ‘shock’ de precios. Una estabilidad total. Todos los gobiernos siguieron ese programa. No han cambiado los ejes de la economía: dólar y tasa de interés, manejados por el BCR. Y el Ministerio de Economía maneja: aranceles, presión tributaria y precios públicos.

¿Hablaron con otros sectores?
Sí, con la Confiep. Jorge Camet la presidía. Acordamos un subsidio con los sindicatos de transportistas y dimos un subsidio al pasaje. Con la CGTP y otros gremios nos reunimos, claro. Nadie sabía la magnitud del paquete. Solo poquísimas personas.

¿Ha conversado con el ex presidente Alan García sobre esto?
Algunas veces. Él es un gran líder político. Su segundo gobierno reivindicó los errores que cometió. Hizo un magnífico gobierno, aun con los defectos que pudo haber. En mi opinión, erró en hacerle caso a Daniel Carbonetto y su heterodoxia. Alan era joven, 36 años. Él se ilusionó mucho porque con sus medidas el PBI creció 8% los dos primeros años. Pero cuando inflas algo, termina derrumbándose.

Ud. se quedó 7 meses en el Ministerio de Economía. ¿Por qué?
Había que controlar los precios, hacer un programa de estabilización. También incorporar al Perú al sistema financiero, hacer las reformas de políticas públicas y las privatizaciones. Me fui porque era el momento propicio y Carlos Boloña inició la reforma pública. No hubo un detonante.

¿Avaló el golpe de 1992?
No. Yo era candidato a la FAO. Cuando ocurrió el golpe, renuncié, pero discretamente para no ser desleal al presidente Fujimori. Él creía que la oposición en el Congreso era muy fuerte y por eso dio su autogolpe. Yo no tuve problemas porque tenía amigos en todas las bancadas. Me dieron facultades extraordinarias. Fujimori me propuso encabezar la Constituyente, pero no nos pusimos de acuerdo en las listas. Nunca más hablé con él hasta 1999, que fui ministro de Industrias. Durante las municipales de 1998, donde fui candidato, no lo vi.

¿En el inicio se relacionó con Vladimiro Montesinos? Luego le dio dinero en 1998…
Nunca vi a Montesinos hasta 1998. Escuchaba que era de inteligencia. No firmé su resolución para que fuera jefe del SIN y se quedó como asesor. El almirante Raúl Sánchez me dio malas referencias.

¿Y por qué se involucró con Montesinos sabiendo eso?
No me involucré. En 1998, Absalón Vásquez me propone postular a la Alcaldía de Lima. Acepté. Me dijo que el dinero de la campaña lo manejaba Montesinos. Fui al SIN, un error mío. Pude pedir que me enviaran el dinero, pero no tenía nada que ocultar. Firmé un recibo por 334 mil dólares. Le pedí copia, pero no me la dio. Le presenté un presupuesto y rendí cuenta de cada centavo [muestra un tomo empastado lleno de recibos] por 600 mil dólares porque tuve 300 mil de aportes de empresarios amigos. El juez ordenó peritajes y se concluyó que yo no recibí un sol, todo fue para la campaña.

¿Fujimori estaba al tanto?
Nunca hablé con él. Solo con Absalón Vásquez. En el juicio presentó un oficio a la Dirección General de Presupuesto indicando que no se puede probar que el dinero sea del Estado. También el informe secreto del SIN otorgado por el MEF. Y no había nada.

El video es clarísimo y Montesinos cuenta muchas veces…
Cómo sabes que es del Estado. Esos conteos los hizo para grabarme y chantajearme.

¿Por qué aceptó ser candidato? Se dice que estaba presionado por su situación económica.
Me pareció interesante la alcaldía. Saqué un millón de votos.

La forma como le dieron el dinero…
Fue un error ir al SIN, pero no se ha probado que fue dinero del Estado…

¿De dónde iba a venir, del mango?
No lo sé. Andrés Marsano [fallecido] le dio 6 millones de dólares. En el SIN tenía tres registros, plata privada, plata de los institutos armados y plata del Estado.

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