Gabinete Vásquez: ¿Cómo queda Perú en paridad de género frente al resto de ministros en América Latina?

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Como lo señalamos en un anterior informe, el Gabinete Bellido, con solo dos ministras, había colocado al Perú en la última posición en paridad de género frente a los otros equipos ministeriales de América Latina. Ahora, y con cambios en algunos países durante los dos últimos meses, el país se coloca en el puesto 10 de la lista de 19 naciones, con un 23% de representación de mujeres. Anteriormente, tenía solo un 11%.

El último puesto en la región lo toma Argentina, luego de que en setiembre el gobierno de Alberto Fernández cambiara a su ministra de Seguridad. Así, la representación de mujeres en el Gabinete argentino se redujo a un 10%. También el mes pasado, Guatemala tuvo cambios en su equipo ministerial y la titular de Salud fue reemplazada. Con ello, el Estado centroamericano presidido por Alejandro Giammattei se quedó con solo una ministra, la de Educación, y bajó a un 14% en la tabla.

Vásquez es la sexta mujer en la PCM

Vale anotar que, al frente de este nuevo Gabinete, la excongresista Mirtha Vásquez es la sexta mujer en liderar la Presidencia del Consejo de Ministros en toda su historia. Antes, dicho cargo fue ocupado por Violeta Bermúdez (2020-2021); Mercedes Aráoz (2017-2018); Ana Jara (2014-2015); Rosario Fernández (2011) y Beatriz Merino (2003).

En contraste, al menos desde 1990, el Perú ha tenido 36 jefes de Gabinete varones. La lista se amplía a 45 hombres si contamos los períodos presidenciales desde 1980. Sumando el resto de sectores, también dentro del tramo 1990-2021, por el Estado peruano han pasado 558 ministros. De todos ellos, solo 115 han sido mujeres.

La presencia de mujeres en otros sectores

Otro dato resaltante es la tendencia de los sucesivos gobiernos peruanos a designar ministras mujeres. Con el tiempo, esta ha ido aumentando, aunque con algunas variaciones. Por ejemplo, si entre 1990 y 2005 el promedio de nuevas ministras era dos, para los años siguientes este promedio se duplicó.

Aquí cabe precisar que la primera mujer en ocupar un ministerio fue Ilda Urizar, quien despachó en el sector Salud entre 1987 y 1988, durante el primer gobierno de Alan García. Luego, García designó a Mercedes Cabanillas en Educación (1987 y 1989), y a María Angélica Bockos en Justicia (1989-1990).

Betssy Chávez es la quinta ministra mujer en la cartera de Trabajo y Promoción del Empleo. La última en ocupar el cargo había sido Sylvia Cáceres (2018-2020), durante el gobierno de Martín Vizcarra. Antes de Cáceres, estuvo Teresa Laos (2012-2014) en el período de Ollanta Humala. Las otras antecesoras fueron Manuela García (2009-2011) y Susana Pinillos (2006-2007), durante la presidencia de Alan García. En contraste, al menos desde 1980, hubo 33 ministros hombres en ese sector.

En cuanto al ministerio de Cultura, Gisella Ortiz es la séptima mujer en ese despacho. La precedieron María Reparaz (2020, durante el fallido gobierno de Manuel Merino); Sonia Guillén (2019-2020), Ulla Holmquist (2019), Patricia Balbuena (2018), durante el período de Vizcarra; y Diana Álvarez (2013-2016) y Susana Baca (2011), bajo la presidencia de Humala. Como en los otros ministerios, salvo por Mujer y Midis, Cultura ha tenido predominancia masculina, con 10 titulares hombres desde la creación del sector en el 2010.

En diálogo con El Comercio, la politóloga Paula Távara remarcó que la presencia de más mujeres en los equipos ministeriales peruanos ha ido posicionándose como una demanda de representación y de reconocimiento a los liderazgos técnicos del género. Es por ello que una reducción significativa, como en el anterior Gabinete de Guido Bellido, se entendió como un retroceso de 15 años.

“La política no tiene por qué masculinizarse, tomando además en cuenta que las mujeres son la mitad de la sociedad y las hay muchas perfectamente capacitadas para la alta función pública. La paridad, que ya incluso se ha regulado para contextos electorales, o la suma de mujeres no debería interpretarse como una imposición o una contradicción a la meritocracia. Es, más bien, un tema de coherencia e inclusión”, dijo.

La especialista remarcó que la alta cifra de ministros varones en los gobiernos tiene también un componente de “círculo” en lo social, académico y político, pues las agendas de contacto de los gobernantes no se han diversificado. Esto, sumado al hecho de que una mayoría de mujeres se enfrenta a los llamados ‘techos de cristal’ cuando aspira a ascender, a la discriminación horizontal entre sus pares, y a la todavía vigente y desigual carga doméstica.

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