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Antioxidantes, tus guardaespaldas celulares: qué son, cómo nos ayudan y en qué alimentos los encontramos
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Antioxidantes, tus guardaespaldas celulares: qué son, cómo nos ayudan y en qué alimentos los encontramos

Antioxidantes, tus guardaespaldas celulares: qué son, cómo nos ayudan y en qué alimentos los encontramos

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Si alguna vez has escuchado la palabra ‘’ y pensaste: “eso suena saludable, debe estar en algo verde, caro y con nombre impronunciable”, créeme que no eres la única persona. Déjame contarte algo: los antioxidantes no son una moda de las revista ‘fitness’: son literalmente los guardaespaldas de tus células. Sin ellos, tus pobres mitocondrias (esas fábricas de energía que tienes dentro de ti) se oxidan más rápido que la manzana pelada olvidada en la mesa.

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¿QUÉ SON LOS ANTIOXIDANTES?

En términos simples, son moléculas que protegen a tus células del ataque de los famosos radicales libres: compuestos inestables que se generan naturalmente cuando respiramos, metabolizamos alimentos o hacemos ejercicio intenso. También aparecen en exceso cuando hay contaminación, humo de cigarro, estrés crónico o esa vida de “duermo poco y sobrevivo tomando más café que agua”. Los radicales libres buscan desesperadamente un electrón (porque están incompletos) y, en su locura, dañan proteínas, lípidos y hasta tu ADN. Aquí entran los antioxidantes como héroes: les donan un electrón y calman la histeria. Como resultado tenemos menor envejecimiento prematuro, menos inflamación y un cuerpo que funciona como debe.

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Juan Carlos Fangacio
Varios antioxidantes pueden ayudar con la salud de las articulaciones, incluyendo las vitamina C y E, los polifenoles y los ácidos grasos omega-3. (Foto: iStock)
Varios antioxidantes pueden ayudar con la salud de las articulaciones, incluyendo las vitamina C y E, los polifenoles y los ácidos grasos omega-3. (Foto: iStock)
/ Drs Producoes

¿Dónde los encontramos? Evidentemente, no solo en cápsulas carísimas de la farmacia. Para nuestra suerte, estos antioxidantes están en nuestros alimentos y los puedes hallar en la siguiente lista.

  • Frutas y verduras de colores: betacarotenos en zanahorias y camote, licopeno en tomate, antocianinas en arándanos y moras. Básicamente, mientras más colorido tu plato, más chance tienes de estar metiendo antioxidantes.
  • Cacao y chocolate oscuro: sí, ese de 70% o más (no la golosina disfrazada de chocolate).
  • Té verde, café (en su justa medida) y especias como la cúrcuma, el romero o la canela.
  • Frutos secos y semillas: vitamina E a la orden del día.
  • Legumbres y cereales integrales: porque también tienen minerales con poder antioxidante como zinc, selenio y manganeso.

UN ROL CLAVE

¿Por qué son tan importantes? Porque sin antioxidantes el cuerpo vive en un constante “caos oxidativo”. Esto se llama estrés oxidativo, y está relacionado con enfermedades crónicas como cáncer, diabetes tipo 2, Alzheimer, aterosclerosis… una lista de cosas que no quieres coleccionar, créeme. Además, ayudan a mantener la piel firme y luminosa, protegen tu sistema nervioso (antioxidantes como la vitamina E y los polifenoles son clave para tu cerebro) y favorecen la recuperación posejercicio.

El chocolate negro contiene compuestos que podrían ayudar a frenar el envejecimiento o evitar el desarrollo de enfermedades cardíacas. (Foto: iStock)
El chocolate negro contiene compuestos que podrían ayudar a frenar el envejecimiento o evitar el desarrollo de enfermedades cardíacas. (Foto: iStock)
/ apomares

Ahora, si no los consumes, podrías tener algunos problemas y es aquí donde empieza el drama. Si tu dieta está llena de ultraprocesados (galletas, gaseosas, y productos que vienen en bolsas de colores), y cero vegetales, los radicales libres campan a sus anchas. A corto plazo: más cansancio, piel apagada, recuperación lenta. A largo plazo: inflamación crónica, mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y hasta infertilidad. En resumen: te oxidas más rápido.

Entonces, ¿qué hacer? No se trata de obsesionarte y convertirte en adicta a los jugos verdes. La clave está en la variedad y color en tu alimentación. Piensa en tu plato como un arcoíris: frutas, verduras, granos enteros, semillas y, claro, un poco de chocolate oscuro (porque la vida también es para disfrutar). Cuidar tu cuerpo no es cuestión de buscar la pastilla mágica ni de comer perfecto. Es aprender a darle a tus células lo que necesitan para sobrevivir al día a día moderno, y los antioxidantes son ese ejército silencioso que hace que sigas brillando, pensando y moviéndote sin colapsar en el intento. //

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