Escucha la noticia

00:0000:00
Ordena tus horas, ordena tu salud: el ritmo circadiano y cómo tus horarios afectan tus hormonas
Resumen de la noticia por IA
Ordena tus horas, ordena tu salud: el ritmo circadiano y cómo tus horarios afectan tus hormonas

Ordena tus horas, ordena tu salud: el ritmo circadiano y cómo tus horarios afectan tus hormonas

Resumen generado por Inteligencia Artificial
La IA puede cometer errores u omisiones. Recomendamos leer la información completa. ¿Encontraste un error? Repórtalo aquí
×
estrella

Accede a esta función exclusiva

Tú tienes un reloj interno más preciso que uno hecho en Suiza: se llama y, básicamente, es el sistema que regula casi todo lo que pasa en tu cuerpo: tus , tu hambre, tu energía, tu digestión, tu sueño… y hasta tu humor (por eso todo te molesta cuando duermes mal). Pero, ¿qué es y por qué tienes que conocerlo y entenderlo?

LEE TAMBIÉN | A puertas del verano, comer menos no es la solución

Te lo explico en sencillo: este reloj funciona en ciclos de más o menos 24 horas y está conectado a la luz del día. Luz = despierta. Oscuridad = apaga motores. Así de simple… y así de complicado cuando vivimos en el mundo moderno donde todo es 24/7, pantallas por todos lados, el ‘scrolleo’ infinito de tu celular y cenas a las 11 p.m. Pero ojo: tu ritmo circadiano no negocia. Lo puedes ignorar, pero tarde o temprano te pasará la factura.

Newsletter exclusivo para suscriptores

Juan Carlos Fangacio

Si lo quieres graficar, tu ritmo circadiano es como el DJ de tus hormonas: decide qué sube, qué baja y cuándo:

  • Cortisol: sube en la mañana para despertarte. Y no, no es el villano; es tu “cafecito” biológico. Pero si vives estresado… el DJ se vuelve loco.
  • Melatonina: sube en la noche para ayudarte a dormir. Spoiler: si ves TikTok hasta la medianoche, la melatonina se queda esperando en el ‘backstage’.
  • Insulina: tu sensibilidad cambia según la hora. Por eso metabolizas mejor la comida cuando hay sol que cuando es medianoche.
  • Hormonas digestivas: tu intestino también tiene “horario de oficina”: lo que comes importa, pero a qué hora lo haces también es una pieza clave.
  • Hormonas sexuales: estrógenos, progesterona y testosterona coordinan con tu ciclo de sueño-vigilia.

En un mundo sobreestimulado (pantallas que nos persiguen, hábitos acelerados, cenas postergadas), es vital respetar el ritmo circadiano.

Por esto, cuando duermes mal, comes desordenado o alteras tus horarios constantemente, tus hormonas quedan tan confundidas como tú en una clase de matemática avanzada. Todo se altera y empiezan a aparecer cortocircuitos hormonales que generan más desbalance.

Y esto también sucede cuando comemos a deshoras. La alimentación y el ritmo circadiano están más conectados de lo que creemos. Durante el día tienes mejor sensibilidad a la insulina, tu metabolismo funciona más eficiente, hay más gasto energético y tu digestión está más activa. Por el contrario, en la noche tu metabolismo baja sus revoluciones, la sensibilidad a la insulina cae y la digestión se vuelve más lenta porque tu cuerpo está en modo reparación, no en modo digestión. De aquí nace el famoso “cena temprano”. No porque vayas a “engordar”, sino porque nuestro ritmo circadiano está marcando la pauta. Cenar muy tarde puede alterar tu ritmo circadiano, elevar más la glucosa, generar pesadez, hinchazón y afectar tu sueño. Y si esto pasa seguido, también influye en tu energía y tu salud hormonal.

Entonces, ¿cómo cuidamos nuestro ritmo circadiano sin volvernos monjes zen? Aquí vienen las claves realistas en versión humana, no en versión “receta imposible” como vemos en las redes:

  1. Luz natural en la mañana: tu cuerpo necesita verla para saber que empieza el día. Aunque sea cinco minutos en la ventana.
  2. Evita pantallas intensas en la noche: sí, puedes ver tu serie, pero baja el brillo y no te quedes hasta la 1 a.m.
  3. Come dentro de una ventana razonable: no necesitas ayunar 16 horas, solo evita cenas muy tardías todos los días.
  4. Mantén horarios más o menos estables: tu cuerpo ama la rutina.
  5. Dale prioridad al sueño: porque sin dormir, ningún ritmo circadiano se salva.

Tu ritmo circadiano no es una moda: es biología pura. Y cuando lo respetas —comiendo en horarios adecuados, durmiendo mejor y alineándose con la luz del día— tu energía sube, tus hormonas se equilibran, tu digestión mejora y tu salud se balancea. //

Contenido Sugerido

Contenido GEC