La llegada de un nuevo televisor al mercado. La renovación de un modelo de automóvil. Una actividad de fidelización para quienes acaban de comprar una computadora. Una reunión con socios de negocios.
Esos y muchos otros eventos fueron afectados seriamente por la pandemia. Sin embargo, también se han sabido adaptar a los nuevos tiempos de virtualidad obligada.
“Tanto en un evento presencial como en un evento virtual hay mucha creatividad, planificación y ejecución que pueda garantizar que la experiencia sea buena en todas las etapas. Pero diría que el virtual es más retador en el sentido de buscar cómo mantener la atención del participante, pues no tienes un control total del espacio”, explica Mónica Cepeda, CEO de la consultora de comunicación Laesquina.pe.
La organización de una actividad virtual es más económica que una presencial, en particular porque ya no se paga por el alquiler de un espacio y otros servicios relacionados. “Aparecen otros retos, como asegurarte un buen delivery, que los productos que vaya a recibir la persona en su casa y, sobre todo, los oradores sean de primera y estén alineados al propósito interactivo de la experiencia. Porque de eso se trata: de una experiencia, más que un evento”, aclara Cépeda.
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“Además, el evento virtual debe ser energético de principio a fin y tener en cuenta detalles tecnológicos: formas de conexión de los participantes, recursos, plataformas”, agrega.
Estas experiencias también sirven para ayudar a la reactivación de los socios de un negocio. Por ejemplo, una marca de computadoras suele invitar a sus nuevos clientes a sesiones virtuales de cocina. Para esto, les envía con anticipación paquetes que contienen los ingredientes.
Después, por lo general hacia el fin de semana, organiza una clase virtual (generalmente a través de Zoom o en un grupo privado de Facebook) con un reconocido chef, quien les enseña a preparar un platillo o un experto que enseña a preparar tragos.
Pero el tema va más allá de agradar solo a los clientes. Con este tipo de actividades, la marca ayuda a estos restaurantes con la compra de los paquetes de ingredientes de manera periódica. Todos ganan.
Más información
- Distracción. La meta de estos encuentros es generar entretenimiento, pese a que se desarrollen a través de una pantalla.
- Experiencias. Para estas actividades virtuales se envían artículos que serán utilizados durante el evento, como parte de la interacción.
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