Natalia Parodi: "Gracias 3G"
Natalia Parodi: "Gracias 3G"

Hace unos días Javier Echevarría, Gianfranco Brero y yo grabamos el último episodio de 3G, programa de conversación de Plus TV que fundamos y condujimos desde hace casi once años.

Llegué al canal recién graduada. Había terminado la carrera de Psicología y también me dedicaba a la actuación. Estaba llena de curiosidad, mucha energía y ganas de crear y de divertirme. Unos amigos y yo -entre ellos Javier- habíamos presentado al canal la propuesta de un programa juvenil, sin sospechar que el destino tenía otro lugar guardado para nosotros. Y así, como jugando, fuimos contratados para conducir 3G.

El primer año estuve aterrada. Tenía que ser yo misma y eso debía de ser simple, sin embargo me resultaba difícil no estar notoriamente tensa. Con dos compañeros expertos en televisión, más tres invitados, además de las indicaciones constantes del productor durante la grabación, cada sesión era un reto. Siendo la menor y la única mujer, al comienzo había veces en que algunos invitados –generalmente cuando eran hombres mayores– no me prestaban mucha atención. Además tenía que conjugar un montón de variables –desde el contenido, las indicaciones y la escucha a los demás, hasta la postura, el vestuario, el gesto y el lenguaje audiovisual– al mismo tiempo que conquistar mi propia autenticidad. Me tomó un año aprender a relajarme.

He disfrutado de entrevistar a grandes personajes. A veces personas conocidas; pero la mayoría, gente que no era famosa. Y todos enriquecieron cada programa con su toque personal. Con sus experiencias, opiniones y anécdotas, con sus gustos, disgustos, humor, heridas, aprendizajes y sabiduría. Y he descubierto y confirmado que cada quien a su manera, y en su tema, puede ser fascinante y tener mucho que aportarle al mundo.

Aprendí también que de todo se puede hablar. Que hay temas tabú pero que la solución no está en evitar hablar de algunas cosas, sino abordar los contenidos con madurez, libertad y respeto. Que escuchar es aprender y nos enriquece. Que pensar juntos amplía la mirada. Y que lo divertido, lo conmovedor y lo interesante sí se pueden conjugar.

3G nos regaló, además, la posibilidad de estar en constante diálogo con el público, desde recibir sus sugerencias, hasta volverse cada noche parte de la conversación desde sus hogares. Aunque figuráramos unos cuantos, al final del día éramos un gran número de personas sentadas a la misma hora reflexionando juntas sobre la vida.

De mis compañeros he aprendido mucho. Algunas veces han sido un ejemplo, y otras me han hecho darme cuenta de cosas de mí misma. De ellos me llevo lo siguiente: de Javier la constante vitalidad, agudeza, capacidad de conciliación y de trabajo en equipo; de Gianfranco la calidez, el orden, la claridad y la firmeza; y de Giovanni Ciccia, que fue un muy querido conductor de 3G por varios años, su maravilloso humor, su deliciosa irreverencia, su originalidad y su sentido de lealtad.

Mucho cariño y agradecimiento para el gran equipo que nunca se vio: José, Pepe, Sara, Stefanie, Valeria, Carlos, Lucho, Marco y todo el equipo técnico que siempre nos acompañó. Especial mención a Andrea Bettocchi por nutrir el programa con su mirada aguda, primero desde la producción y luego en la conducción durante dos años. Y a los recordados Flavio, Romy, Norma, Anabelí, Ana Paola y Gustavo, entre muchos otros.

3G ha cumplido su ciclo y es momento de dejarlo ir y abrir la puerta a nuevas oportunidades. Me voy contenta y orgullosa. En tantos años mucha agua ha pasado bajo el puente. Obtuve mi maestría, me volví profesora universitaria, me consolidé como terapeuta, me casé, me divorcié, me volví a casar, y ahora soy madre de una hermosa bebe de la que aprendo cada día. 3G me acompañó a crecer. 

Gracias por tantos momentos, por el constante apoyo en distintas circunstancias, por creer en mí. Y al público, por acogernos cada noche durante tanto tiempo en sus hogares. Gracias a todos. Gracias 3G.

 
 

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