Llega un momento en el ciclo vital en que los hijos deben hacer su propio camino y solo entonces, los padres se convierten en aliados. Sin embargo, existen casos en que los retoños no quieren abandonar el nido o son los progenitores quienes se rehúsan a dejarlos ir, llegando incluso a la manipulación emocional.
"Es muy complicado ser adulto cuando aún tienes al lado a tus padres cumpliendo una función que te ahora te corresponde a ti: vivir a tu manera y con tus propios medios", indica Antonnie Angulo, piscólogo y terapeuta del Centro Terapéutico 'Te escucho'.
Y es que existen muchas variables para tomar en cuenta. En nuestra sociedad, el tema económico, las creencias familiares y la necesidad de soporte emocional de los hijos hacia sus padres son fuertes influyentes a la hora de decidir dejar el nido.
Es difícil pensar que una madre joven y recién separada opte por salirse del hogar familiar, o que el último de los hijos de una familia muy tradicional deje solo a sus padres. Cada parentela va construyendo su futuro y eso empieza desde que sus hijos son pequeños.
Sin embargo, cuando los padres han tenido clara la idea de que los hijos se educan para que vuelen solos, para que logren su autonomía e independencia económica y emocional, un tiempo apropiado para conseguir esto surge entre los 24 y 27 años.
Muchos progenitores con las ideas tradicionales de trabajar para dejarles algún bien material a los hijos, para que sus familias vivan en la misma casa con ellos o construyan un segundo piso. A veces, esto resulta de mucha ayuda para ellos, pero también limita algunas opciones para las futuras generaciones.
A veces, también, los padres dependen de sus hijos para ser felices, para no sentirse solos, para no tener que verse cara a cara con su pareja y probablemente su mal matrimonio, para sentir que todo su esfuerzo de vida valió la pena.
El especialista coincide en que no es amor a los hijos: es temor, preocupación y sufrimiento por lo que vendrá. Con todo esto, los hijos deben tener algo muy claro: las deudas con los padres no existen, y menos las emocionales.
Todo lo que ellos han hecho por uno es parte de su rol, de su función, siendo el objetivo final de todo eso, precisamente que ellos crezcan, salgan de casa, formen una familia y vivan una buena vida.
ROMPER EL CORDÓN UMBILICAL
Se pueden tener las mejores intenciones, pero si no está clara la manera de cómo hacerlo, el proceso puede arruinarse. Hay hijos que se pseudo independizan de sus padres. Allí incluyen a los que son padres a muy temprana edad, los que se escapan con la pareja de turno, los que se enganchan a algún vicio o manía.
Todas son formas o intentos de hacerse grandes sin aun serlo por completo o como se esperaría. Cortar el cordón pasa por dirigir todas tus acciones a vivir de manera independiente y autónoma, es decir, no depender de nadie.
El estudio, el trabajo, el ahorrar dinero, aprender las tareas de casa,todo suma. Se debe dar la imagen de adulto y hacer cosas de adulto para que los padres te dejen de ver como el niño que hay que cuidar.
Cuando los hijos salen del hogar no solo tienen la tarea de comenzar a construir su proyecto de vida, sino también de crear una sana distancia emocional con sus padres. Esta es una distancia en que los hijos pueden ubicar a sus padres para seguir manteniendo su vinculo afectivo: llevarlos a comer, invitarlos a su casa, sacarlos a pasear, conversar sobre los nuevos retos a los que se enfrentan, etc.
TIPS PARA LOS PADRES:
-Si quieres un hijo responsable e independiente, busca ayudarlo a conseguirlo desde pequeño. Tu forma de criarlo es el camino para lograrlo.
-Si te cuesta mucho dejarlo salir de casa, pregúntate si el miedo que tienes por lo que le pase a el, también es miedo por lo que te pasara a ti.
-Por mas duro que parezca, recuerda que ningún padre es dueño de sus hijos. Y que tu tarea final con ellos es darle las herramientas para que caminen solos.
TIPS PARA LOS HIJOS:
-Ahorra para no tener tu propio dinero para no sentirte en deuda económica con ellos.
-Soluciona tus problemas tu mismo. Al primer problema no recurras a ellos tan rápido.
-Valórate a ti mismo, ya no necesitas su aprobación. Encuéntrale el placer a hacer tus cosas solo.