Tener amigos, familiares o una pareja siempre es una fuente de felicidad y satisfacción personal. Expresar tus emociones y opiniones con el apoyo de los que te rodean y saber corresponderles es un símbolo de que puedes relacionarte bien con los demás. Todos merecen ser respetados y tratados con cariño, por ello, te enseñaremos cinco pasos para poder aplicarlo en tu día a día.
¿Cómo relacionarme amablemente con los demás?
- Si sabes cómo se llama la persona, llámala por su nombre: A todos nos gusta que nos llamen por nuestro nombre, pues nos hace sentir queridos y especiales. Hacerlo fortalece la relación y personaliza el trato. Las palabras como chica, oye tú, tú, guapa y demás, salvo en contextos en los que su uso esté aceptado por el grupo y se tenga una connotación cariñosa, no deben ser utilizados, debido a que pueden hacerle daño a los demás.
- Sé agradecido: Siempre que alguien haga algo por ti, sea pequeño o grande, agradece el tiempo que se ha tomado pensando en ti. No lo des por sentado, como si fuese regular el tiempo que te dedican. Agradécelo de forma sincera.
- Los gestos son una fuente muy poderosa: Dar un comentario con una amable sonrisa es muy diferente a decirlo seriamente. La sonrisa hará sentir mejor a la persona y la animará a tener los mismos gestos contigo. Esto mejorará la relación.
- Ten paciencia: Siempre deja terminar a la otra persona cuando se encuentra hablando. Adelantarte o atropellarlo hace que sienta un poco débil o incapaz de decir las cosas. Además, siempre deja también intervenir a la persona sin tomar el control de la conversación.
- Muestra interés: Nuestra vida siempre nos resultará interesante, sin embargo el sentir que le interesamos al otro y que se preocupa por lo que queremos decir hará que la conversación sea más profunda y bonita.
Contenido Sugerido
Contenido GEC