Sin lugar a duda, el cuerpo humano ha sido creado para facilitar nuestra adaptación, ya que gracias a él podemos movernos, alimentarnos y también percibir la realidad y acceder al mundo por medio de las sensaciones que producen los sentidos de nuestra constitución corporal. Por ejemplo, ¿te imaginas un mundo sin audio? ¿cómo sería la vida sin todos esos sonidos que escuchamos a largo de nuestros días? Definitivamente, la audición es una función de importancia trascendental en nuestras vidas, puesto que estamos hechos para escuchar y mediante el oído podemos captar toda clase de sonidos, como nuestra canción favorita, el canto de los pájaros por la mañana, la risa de un niño y; sobre todo, nos permite desarrollar el lenguaje, facilitando así el que podamos comunicarnos y entablar relaciones interpersonales.
Por esta razón, y con la finalidad de destacar la importancia de integrar el cuidado del oído y la audición en la atención primaria a nivel mundial, desde 2007 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado el Día de la Audición, el cual se celebra cada 3 de marzo, con el propósito de concienciar a las personas sobre cómo prevenir la sordera y la pérdida de la audición y promover la salud auditiva entre la población.
Además, cada año, la OMS elige un lema o tema para trabajar en torno a él y que las personas e instituciones puedan ayudar a desarrollar esta propuesta. Este año, el lema por el Día Mundial de la Audición es: “¡Cuidado del oído y la audición para todos! ¡Hagámoslo realidad!”.
¿Qué es la audición?
Según explicó Francisco Salaverry, otorrinolaringólogo de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar El Comercio, es la capacidad que tenemos las personas para poder oír. Además, al ser uno de los órganos de los sentidos, nos permite comunicarnos, ya que al percibir sonidos y lograr su decodificación podemos relacionarnos con nuestro entorno.
Básicamente, las ondas sonoras viajan por el canal auditivo y golpean la membrana timpánica, la cual genera una serie de vibraciones que ponen en movimiento el fluido de la cóclea que estimula las células sensoriales, encargadas de convertir las vibraciones en señales eléctricas. Luego estas son procesadas por el cerebro, haciendo posible que podamos escuchar y disfrutar de diversos sonidos, expresó.
Con respecto a la fisiología de la audición, el especialista destacó que existen tres partes fundamentales: el oído externo, medio e interno. Cabe señalar que, para lograr un funcionamiento adecuado del proceso auditivo, el oído externo o aurícula que es la parte visible, debe recoger el sonido y conducirlo hasta el oído medio o tímpano, que se encarga de amplificar y transmitirlo hasta el oído interno, que convierte las ondas sonoras en mensajes que se envían directamente al cerebro.
¿Qué pude causar la disminución de la audición?
Si bien es cierto, existen diversas enfermedades o procesos inflamatorios que pueden afectar la audición, como la otitis media aguda o la crónica, la hipoacusia, la cual es considerada como la incapacidad total o parcial para escuchar los sonidos, puede ser también causada por un simple tampón de cera en el conducto auditivo externo, que puede producir una disminución de la audición. Por este motivo, Salaverry destacó la importancia del lavado de oído, procedimiento realizando por un otorrinolaringólogo que se encarga de retirar todo el cerumen del órgano auditivo.
¿Qué problemas puede causar el uso de los audífonos?
En efecto, el uso de los audífonos por un periodo de 8 horas y con un volumen por encima de los 85 decibeles, puede producir problemas graves en la audición, causando que el paciente sufra de un trauma acústico, el cual es una afección que genera daño en el oído interno. Como refirió el médico, depende mucho del grado del impacto de los ruidos para determinar si la persona experimentará una pérdida permanente o no de la audición.
Asimismo, aseguró que los audífonos más recomendados para evitar posibles traumas son los cascos que protegen todo el pabellón auricular, de manera que el sonido o el ruido no ingresa directamente en la membrana timpánica, haciendo trabajar más al oído medio y que no produzca una fatiga auditiva en el oído interno.
Por su parte, la OMS indica que la potencia de los audífonos de un reproductor de audio Mp3 puede alcanzar hasta los 100 decibeles, lo cual es excesivo, razón por la que la exposición diaria al ruido no debería superar los 65 decibelios.
Además, es mejor evitar el uso de audífonos en ambientes muy ruidosos, dado que se tiende a aumentar el volumen para poder escuchar. Igualmente, es importante considerar que por cada 45 minutos que se estén usando los audífonos, se deben descansar por lo menos 15 minutos sin ellos.
¿Cómo podemos prevenir problemas o la pérdida de audición?
Es clave evitar estar expuestos a ruidos intensos y no emplear por tiempo prolongado los auriculares, así también como no exceder los 65 decibeles. De igual forma, cuando nos duela el oído o tengamos una disminución de la audición, es muy importante acudir al especialista para que determine el estado del oído y pueda realizar un diagnóstico temprano de la pérdida auditiva. Asimismo, el médico indicó que, todas las personas a partir de los 50 o 60 años siempre deben hacerse un chequeo anual de la audición, este se puede realizar con un examen simple de audiometría para saber cómo está oyendo el paciente.
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