Uno de los principales problemas a nivel mundial, especialmente, en países subdesarrollados es la gestión en salud pública, cuestión que dificulta el acceso a una atención y tratamientos de calidad, los cuales son factores esenciales para combatir una serie de enfermedades, ya que muchas veces por la falta de prevención y un diagnóstico precoz pueden ocasionar consecuencias irreversibles. Este es el caso de afecciones como la meningitis, cuyo principal problema es que las personas no saben detectar a tiempo los síntomas, y cuando ya la enfermedad está presente, es muy probable que sea demasiado tarde para el paciente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad devastadora con una alta tasa de letalidad y que causa graves secuelas a largo plazo. Además, estima que alrededor de 1 de cada 10 personas que contrae una meningitis bacteriana muere, mientras que, 1 de cada 5 presenta complicaciones graves, como convulsiones, pérdida de audición y visión, daños neurológicos y deterioro cognitivo.
¿Qué es la meningitis?
Es una inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, denominadas meninges, que es causada principalmente por una infección bacteriana, vírica. Como explica Paloma Pacheco, fundadora de Una Vida por Dakota, primera Asociación sin fines de Lucro en el Perú contra la meningitis por meningococo, en los últimos diez años, se ha producido epidemias de meningitis en todas las regiones del mundo, siendo más frecuentes en el «cinturón de la meningitis», que abarca 26 países del África subsahariana.
Para la OMS, la meningitis causada por bacterias como Neisseria meningitidis, también conocida como meningococo, suelen ser las más graves y provocan 250,000 muertes al año a nivel mundial dando como resultado epidemias de rápida propagación. Sin embargo, la meningitis también puede aparecer debido a hongos, tumores y otros virus, como el de las paperas, el VIH, el herpes labial y el genital.
¿Cuáles son los síntomas de la meningitis?
Una vez contagiada, una persona puede tener los primeros síntomas entre los dos y los diez días posteriores al contagio. Generalmente, suelen presentar un malestar muy similar al de una gripe, y como refiere el mg. Christian Megue, director de VitaNova, Centro de Terapia Integral de Rehabilitación Neurológica, puede incluir: fiebre alta, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, vómitos, confusión y convulsiones. No obstante, en casos graves, puede provocar daño cerebral, sordera, ceguera, amputaciones o incluso la muerte.
¿Quiénes son más vulnerables de contraer meningitis?
Desde luego, esta es una enfermedad que puede afectar a todas las edades; sin embargo, los niños corren un mayor riesgo, ya que pueden contraerlo por infecciones, como meningococo, neumococo y Haemophilus influenzae, mientras que los recién nacidos por el estreptococo del grupo B. En el caso de los adolescentes y los adultos jóvenes, tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad meningocócica, a diferencia de los adultos mayores que pueden contraer la enfermedad neumocócica, señala Pacheco.
¿En qué consiste el tratamiento de la meningitis?
En definitiva, el tratamiento varía según la causa y la gravedad de la afección, pero suele incluir el uso de antibióticos, antivirales o antifúngicos para contrarrestar la infección. De igual manera, Megue destaca que, las terapias de rehabilitación neurológicas son claves para ayudar a las personas a recuperarse de los efectos de este terrible mal.
“En el caso de la meningitis, estas terapias son muy importantes, puesto que esta enfermedad afecta el sistema nervioso central, causando un impacto significativo en la función física y cognitiva del paciente”.
Básicamente, los pacientes suelen presentar discapacidades físicas y cognitiva, razón por la cual, es fundamental que se sometan a una terapia integral, la cual está conformada por tres tipos de métodos de rehabilitación: la terapia física, la terapia ocupacional y la terapia de lenguaje, con el fin de lograr una recuperación completa.
Terapias de rehabilitación neurológicas |
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Terapia física: Ayuda a mejorar la movilidad, la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación, lo que permite a los pacientes recuperar su funcionalidad. |
Terapia ocupacional: Se trabaja con los pacientes para ayudarles a adaptarse a recuperar su funcionalidad y así superar las limitaciones que pueda presentar. |
Terapia de lenguaje: Esta es fundamental para recuperar la capacidad de comunicarse con claridad y la capacidad de deglutir o ingerir alimentos en caso ello se haya visto afectado. |
Es fundamental tomar en cuenta que, la rehabilitación no es una solución inmediata, sino que es un proceso gradual y que debe ser constante para lograr resultados duraderos y sostenibles en el tiempo. Si bien es cierto, los pacientes pueden necesitar varios meses o incluso años de terapia para lograr una recuperación significativa, la atención y el apoyo adecuado son primordiales para lograr los objetivos de cada paciente.
¿Cómo podemos prevenir la meningitis?
Como asegura la fundadora de Una Vida Por Dakota, hoy en día, existen varias vacunas que protegen contra la meningitis, entre estas la vacuna antimeningocócica (Meningococo), la vacuna contra el Haemophilus influenzae de tipo b y la vacuna antineumocócica (Neumococo). No obstante, en el Perú, la vacuna contra la meningitis por meningococo no está incluida dentro del Calendario Nacional de Vacunación de forma gratuita, solo está la vacuna antineumocócica. Hasta el momento, la vacuna antimeningocócica se puede conseguir en centros de vacunación particulares.
Vacunas contra la meningitis |
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Meningococo: El nombre oficial de la bacteria es Neisseria meningitidis. Protege a los bebés y es necesario inmunizarlos a partir de las 6 semanas de vida, con dos dosis en un intervalo de 2 meses cada una. Sin embargo, desde los 6 meses de edad, niños, adolescentes y adultos se debe administrar una única dosis. |
Neumococo: El Streptococcus pneumoniae es la bacteria que, en estos tiempos, más meningitis bacterianas causa en los bebés. Se trata de un microorganismo que no solo genera meningitis, sino que también se vincula a las neumonías y a otros cuadros respiratorios. |
Haemophilus influenzae: Este patógeno dejó de ser la causa más frecuente entre niños menores de 2 años cuando se difundió su vacunación. Es el claro ejemplo de la efectividad de las campañas de vacunación. |
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