Cada semana trae algo distinto para Alianza Lima, desde un nuevo rival por enfrentar hasta nuevas formas de encarar el manejo del club. En los últimos días, se hizo pública la intención de tres miembros del Fondo Blanquiazul de vender sus acreencias, con lo que todo el panorama de la administración de la institución puede cambiar pronto.
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Así lo informó el portal “Azul y blanco”, que daba cuenta de que Salomón Lerner, Fernando Farah y Antonio Armejo decidieron vender su parte. Por normativa, la prioridad de compra la tenía Diego Gonzales Posada, el cuarto integrante con participación económica en el Fondo Blanquiazul, pero “no consiguió los 4,5 millones de dólares” para la compra, según informa el citado medio.
Ante esto, el empresario José Ignacio de la Romaña Letts sería quien compre las acreencias que ascienden al 53% de la deuda que se tenía con la Sunat. Pasaría a ser el máximo acreedor de concretarse la venta.
Allegados a Juan Diego Gonzales Posada aseguraron a El Comercio que el directivo confía en que la venta no se dé. Incluso habría pedido más tiempo para conseguir el capital a fin de él comprar todo, porque siente que este año puede ganar el tricampeonato local.
—Molestias—
El descontento de parte de los miembros que van a vender radica en que vieron cómo Gonzales Posada asumía atribuciones que no le correspondían dentro del club. “No es que tenga el control, pero le permitieron tener injerencia en temas ligados al club. El entorno lo ve como el principal jefe”, nos comenta Walter Álvarez, socio íntimo y vocero del colectivo Socios Organizados Al1901.
Según el socio, los tres miembros se cansaron de ver cómo la palabra de Gonzales Posada parecía ley dentro del club. “Era como ir, dar una opinión y al final se recomendaba hacer lo que decía Diego”, nos comenta.
Así, por ejemplo, Gonzales Posada presentó como que ya se había acordado la compra de Las Garzas, cuando lo que había era solo el consenso de que era una acción por realizar, pero no se contaba con el dinero para hacerlo. O el caso más reciente de la llegada de Christian Cueva al equipo, una gestión totalmente de Juan Diego, cuando los demás miembros presentaron algunos reparos.
La llegada de José Ignacio de la Romaña se daría junto al empresario Carlos Jiro Hiraoka e Irzio Pinasco.
Según el portal “Azul y blanco”, la intención es que José Sabogal sea el nuevo administrador, pero esa elección depende de todos los acreedores.
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Walter Álvarez espera que con todo lo que se expone en estos días, Indecopi pueda actuar en Alianza y buscar la forma de controlar la presencia de Gonzales Posada en el manejo del club.
Además de ingresar el nuevo acreedor, los primeros pasos serían el llamado a una junta de acreedores y la eventual designación de un nuevo administrador. “El gerente debe ser totalmente independiente”, dice Álvarez. Sobre el ingreso de De la Romaña, evitó pronunciarse hasta conocer cómo será su participación, claro, una vez que se concrete la compraventa de las acreencias.
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