El muro de concreto separa el río Rímac y la pista de la avenida Morales Duárez, en el ingreso al nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. (César Bueno/El Comercio)
El muro de concreto separa el río Rímac y la pista de la avenida Morales Duárez, en el ingreso al nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. (César Bueno/El Comercio)

Las autoridades han dispuesto la colocación de un muro de concreto a lo largo de la avenida Morales Duárez, en el ingreso al nuevo , en el , lo que ha llamado la atención de los especialistas. Esto en medio de la expectativa del próximo anuncio del Ministerio del Transportes y Comunicaciones (MTC) sobre el inicio de operaciones de dicho terminal aéreo, tras varias postergaciones.

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El caso ha causado diversas reacciones, ya que algunos cuestionan que se trata de ocultar la situación en la que se encuentra el río Rímac, la acumulación de residuos sólidos en los alrededores, los hechos de delincuencia que ocurren en la zona y la situación de indigencia en la que viven grupos de personas.

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Carlos Salas Abusada
El muro de concreto tiene una extensión de 900 metros y va desde las inmediaciones de la Av. Faucett hasta el óvalo Santa Rosa. (César Bueno/El Comercio)
El muro de concreto tiene una extensión de 900 metros y va desde las inmediaciones de la Av. Faucett hasta el óvalo Santa Rosa. (César Bueno/El Comercio)

Respuesta

Carlos Arana Vivar, vocero de la Municipalidad del Callao, explicó a El Comercio que se trata de una obra “en apoyo” al MTC y que se cuenta con la autorización de dicho sector y de la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Precisó que se construye a lo largo de 900 metros, desde las inmediaciones de la avenida Faucett hasta el óvalo Santa Rosa, y que se culminaría en 15 días. Las labores empezaron hace dos semanas.

Detalló que es un muro prefabricado de dos metros de altura y que es de rápida desinstalación, ya que dicha estructura será temporal hasta que se concluya la construcción del puente Santa Rosa y la Vía Expresa Santa Rosa, que se constituirán en las vías de ingreso al aeropuerto. Dijo que espera que tal muro permanezca tres años en la zona.

El muro tiene un altura de dos metros y fue colocado para impedir que las personas se trasladen a ambos lados de la avenida Morales Duárez. (Foto: César Bueno/El Comercio)
El muro tiene un altura de dos metros y fue colocado para impedir que las personas se trasladen a ambos lados de la avenida Morales Duárez. (Foto: César Bueno/El Comercio)

Arana indicó que el muro de concreto tiene dos objetivos: brindar seguridad, ya que evitará que, según dijo, delincuentes crucen la pista en ambos lados y perpetren robos contra los conductores o pasajeros, y darle ornato a la zona, pues se planea colocar en la superficie paisajes de las zonas turísticas del país, lo cual estará a cargo de PromPerú. “Lo que queremos es que el aeropuerto sea lo mejor visto, sea una buena presentación”, expresó.

Enfatizó que la recuperación integral en la zona se hará cuando se complete la defensa ribereña del río Rímac, pues advirtió que el suelo de las márgenes del río Rímac es inestable porque fue relleno sanitario y no permite realizar trabajos de jardinería, ya que el talud se derrumbaría.

“Esto es por la denuncia de la ciudadanía, que pedía un aeropuerto libre de gente de mal vivir, que hemos logrado separarlos. Es un muro provisional que tendrá una función en tanto no se hagan las obras de defensa del río Rímac. Es un talud muy inestable, no se puede construir porque se caería el talud. Lo que va a ocurrir es que, cuando hagan la avenida Santa Rosa, van a mejorar todo el río Rímac, en la zona del aeropuerto, y van a colocar enrocado que permita que el río se proteja. Una vez que ocurra eso, vamos hacer taludes verdes, como quiere la ciudadanía. En tanto eso no ocurre, se colocarán estas vallas que tienen dos metros de altura, que va a impedir que la gente pase de un lado hacia el otro, dando la seguridad que se requiere. Y segundo, se da un poco de ornato también porque las regiones van a colocar sus mejores paisajes, invitando al turista internacional a conocer nuestro país”, expresó.

“Una vez que el río tenga protección, es decir, el talud se pueda mover un poco, entonces podemos intervenir en jardinería y todo lo demás. Es una función de la ANA, pero nuestra función como municipalidad provincial es velar para que nuestra ciudadanía se sienta bien”, agregó.

El muro de concreto es construido por la Municipalidad del Callao y será terminado en 15 días. (Foto: César Bueno/El Comercio)
El muro de concreto es construido por la Municipalidad del Callao y será terminado en 15 días. (Foto: César Bueno/El Comercio)

Consultado si se cuenta con la opinión de los vecinos sobre el muro, el funcionario alegó que no, pero que los habitantes prefieren que se mantenga limpia la zona y destacó que se haya retirado a los recicladores de dicho tramo de la avenida Morales Duarez.

“Es como el ‘Muro de la Vergüenza’”, indicó arquitecto

Aldo Facho, arquitecto urbanista especializado en planificación y diseño urbano, consideró que las estructuras de cemento colocadas en un tramo de la avenida Morales Duárez constituyen una especie de ‘Muro de la Vergüenza’, pues consideró que se trata de ocultar la real situación del río Rímac y las personas vulnerables que habitan en esa zona.

“Yo puedo tapar y poner muros, pero esto es como el ‘Muro de la Vergüenza’ que separa distritos, son muros que lo único que hacen es delimitar e intentan contener, pero la realidad es que la precariedad, más el crimen organizado y la delincuencia, siempre encuentran caminos para poder pasar. Al tener estos muros va a ser más difícil para la Policía y el Serenazgo poder actuar en estas zonas vulnerables (y capturar delincuentes)”, expresó a El Comercio.

“La seguridad es una acción integral, poner muros temporales para tapar una parte de la ciudad que evidentemente no está siendo atendida por diferentes razones no resuelve los problemas asociados a esa zona, los intentas ocultar de la manera más ingenua, que es poner paneles”, agregó.

La colocación del muro de concreto cuenta con la autorización del MTC y la ANA. (Foto: César Bueno/El Comercio)
La colocación del muro de concreto cuenta con la autorización del MTC y la ANA. (Foto: César Bueno/El Comercio)

Remarcó que pretender resolver la precariedad y el abandono del río Rímac colocando paneles en la ribera es “consolidar la precariedad y abandono”.

Facho indicó que una de las opciones es que las municipalidades inviertan en las márgenes de los ríos y convertirlas en espacios públicos abiertos y seguros, y, además, rescatar e integrar a las personas vulnerables que habitan esos lugares. Puso de ejemplo lo que se implementó en las zonas de la Costa Verde correspondiente a los distritos de San Miguel y Magdalena.

“Las acciones deberían ser visibilizar el problema de fondo, intervenir en las franjas marginales y convertirlas en espacios públicos iluminados y con seguridad, atender y rescatar a las personas muy vulnerables que habitan esas zonas porque no tienen dónde vivir y actuar de manera decidida sobre las bandas criminales que aprovechan este abandono del río Rímac para esconderse cuando perpetran sus delitos”, aseveró.

“El aeropuerto no es una isla” 

El arquitecto y sociólogo urbano Santiago Dammert afirmó a El Comercio que la colocación de un muro de concreto en los alrededores del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez va en contra del diseño que tenía en un inicio dicho terminal aéreo, ya que se proyectaba su integración con la ciudad y el río Rímac.

“Va en contra de cómo se había diseñado el aeropuerto, y cuando ves la propuesta de LAP, desde el inicio cuando plantearon este nuevo terminal, lo que querían hacer es mejorar la relación del aeropuerto con la ciudad y con el río y generar un desarrollo dentro de lo que dicen que es la ciudad aeropuerto. No significa que el aeropuerto va a ser una isla, la idea es que esté integrada con la ciudad. Al hacer un muro alrededor del río lo que se está haciendo es cerrar el río a sus habitantes, lo que es una violencia brutal”, manifestó el especialista.

Por ello, consideró que dicha obra realizada por la Municipalidad del Callao está enfocada en la comodidad del turista que vive en otra zona y no en los vecinos que residen en los alrededores del terminal aéreo. “Solo está pensado en el turista que va al aeropuerto y que vive en otro lado de la ciudad y no les importa para nada la persona que vive ahí”, señaló.

Remarcó que en los aeropuertos de otras partes del mundo existen cercos, rejas, vallas metálicas, las cuales son estructuras que permiten la visión del terminal, pero no existen muros que lo separan o aíslan de su entorno.

Los trabajos se iniciaron hace 15 días y se espera terminar la obra en dos semanas. (Foto: César Bueno/El Comercio)
Los trabajos se iniciaron hace 15 días y se espera terminar la obra en dos semanas. (Foto: César Bueno/El Comercio)

Dammert consideró que las autoridades debieron aprovechar el dinamismo que trae un aeropuerto para mejorar las condiciones de los vecinos que viven en los alrededores. “Se trata de aprovechar el aeropuerto porque genera dinamismo, crecimiento económico, tiene un impacto positivo, aprovecharlo para que mejore la zona, pero no es tapar la zona. El aeropuerto no debe ser una isla, tiene que integrarse con su entorno y servir como catalizador de un cambio urbano positivo, es lo que se hace en todos lados”, puntualizó.

En ese contexto, indicó que la margen de un río urbano se usa como zona de recreación y se implementan parques lineales alrededor del cauce.

“En vez de mejorar la zona y de incluir a la gente que vive ahí con el progreso y desarrollo que trae el aeropuerto le estás poniendo una barrera. No han pensado en la gente que vive ahí”, anotó.

Finalizó argumentando que los espacios que están vacíos son más inseguros, mientras que los espacios donde hay más gente y vigilancia natural terminan siendo más seguros.

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