Un peruano consume 14,5 kg de pescado al año, según la Encuesta Nacional de Hogares 2017. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), estima que para el 2025 en el Perú, el consumo de especies marinas llegará a los 27,6 kg per cápita. Ante el aumento en la demanda, ¿estamos seguros de cuáles son las especies que ponemos en nuestros platos?
Según un estudio realizado por las organizaciones Oceana y Pro Delphinus entre setiembre del 2017 y febrero de este año, el 43% de 363 muestras de pescados tomadas en restaurantes, supermercados y terminales pesqueros de diez distritos de Lima Metropolitana no correspondía a la especie ofrecida en venta. En las cebicherías analizadas la sustitución de especies llegaba al 72% y en los restaurantes al 61%.
El estudio advierte que la suplantación no solo atenta contra la economía del consumidor, sino que amenaza los recursos naturales y, en algunos casos, puede afectar la salud pública.
Ximena Vélez-Suazo, asesora en análisis molecular del Instituto Smithsoniano e investigadora a cargo del estudio, explica que las muestras se recogieron de filetes y trozos frescos, congelados y poscongelados de pescado. En el caso de los restaurantes, se eligieron cebiches, tiraditos y makis. “Obtuvimos el rastro de ADN de cada muestra y el resultado tiene un nivel de credibilidad al 100%”, señaló.
Vélez- Suazo indica que este problema se genera porque es imposible seguir el rastro de los productos una vez sacados del mar. “Con estos estudios se puede fomentar el consumo responsable”, dice la especialista.
—Labores de control—
La dirección de Supervisión, Fiscalización y Sanción del Ministerio de la Producción detalló a El Comercio que en lo que va del año se hicieron 149 mil inspecciones y 1.495 decomisos de mercadería.
Asimismo, reiteraron que, además de las capacitaciones a pescadores, existen canales oficiales en los cuales se fomenta un consumo informado y responsable. A través de la campaña Pesca y Consumo Responsable se busca concientizar a la población con información sobre las vedas, tallas mínimas y especies protegidas.
En cuanto a la suplantación de especies, el ministerio señaló: “Ello constituye una falsificación o adulteración del producto que se vende. Quien debería abordar este tema sería el ente encargado de velar por la defensa del consumidor”.
Este Diario consultó con Indecopi sobre cómo enfrenta este problema, pero hasta el cierre de la edición no se obtuvo respuesta.