Fue el miércoles 6 de octubre, por la noche, que Gisela Ortiz juró al cargo de Ministra de Cultura. Y apenas al día siguiente, 7 de octubre, firmó la resolución que oficializaba la delegación peruana que representará al Perú en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más importante que existe en nuestra lengua.
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Era la tercera lista de invitados que se realizaba luego de un proceso accidentado y controversial. La primera se había presentado poco antes de la salida del ministro Alejandro Neyra. La segunda –y más polémica– se hizo por orden de su sucesor, Ciro Gálvez, quien pidió que se revise la delegación, motivando el desembarco de figuras importantes y la renuncia de otros, en señal de protesta. La tercera, que debía buscar remplazantes a los cupos que quedaron vacíos, también se diseñó durante la gestión de Gálvez, pero este no la llegó a rubricar: a poco más de dos meses de su designación, el resistido ministro también era desembarcado.
La ministra Ortiz, sin embargo, optó por dar por cerrada la tercera lista, para respetar el cronograma y cumplir con los compromisos pactados. “He decidido que se apruebe como está”, dijo el fin de semana al diario “La República”. Y sobre las “desinvitaciones” a autores como Karina Pacheco, Katya Adaui, Renato Cisneros, Gabriela Wiener, Jorge Eslava, entre otros, agregó: “Tiene que haber un reconocimiento crítico de la manera cómo se hizo. Tenemos que pedir disculpas a las personas agraviadas con el ir y venir de las decisiones políticas. No hay derecho a maltratar a nadie. Esto no debe repetirse”.
LA TERCERA ES LA VENCIDA
La resolución del Ministerio de Cultura presentaba como documento anexo la lista completa de invitados. A diferencia de las nóminas anteriores, esta vez los nombres venían acompañados de otros datos relevantes, como una forma de hacer explícito ciertos criterios de selección y de mejorar una comunicación que, hasta días antes, había sido nula y problemática.
El recuadro incluye, por ejemplo, el lugar de nacimiento de los autores (para enfatizar la diversidad territorial de la lista), su género (como muestra de paridad), y una breve biografía que parece tener como propósito refutar cualquier suspicacia sobre los méritos de las personas elegidas.
Un repaso rápido permite comprobar que, de los 65 integrantes de la delegación, hay 36 hombres y 29 mujeres (55% a 45%); en tanto, 21 provienen de Lima y 44 lo hacen de otras regiones (aquí el porcentaje es de 32% contra 68%). Salvo algún imprevisto de última hora, esa será la comitiva que representará al Perú, país invitado de la FIL Guadalajara. El ministerio ya envió la lista a la organización del festival.
Por su parte, el exministro Ciro Gálvez ofreció una entrevista a Willax el último miércoles y denunció que se retiró a varios escritores porque el viaje de cada uno le costaba S/57 mil al Estado peruano. Incluso mencionó a autores como Renato Cisneros y dijo: “Me siento alegre de haberlos bajado del avión. Ustedes no van a ir, el pueblo peruano está despertando”.
Sin embargo, horas después el Ministerio de Cultura difundió un comunicado aclarando que el presupuesto promedio por cada escritor es de S/6 mil, lo que desmiente la versión Gálvez.
PROPÓSITO DE ENMIENDA
Algo que sorprendió a algunos fue que la lista oficial y definitiva incluía a figuras que, supuestamente, habían anunciado su renuncia los días previos. Según la resolución del Ministerio de Cultura, “un total de 14 personas renunciaron formalmente a participar”. ¿Pero qué pasó con las otras entonces?
En el caso de la poeta Mariela Dreyfus, por ejemplo, ella aclaró en su cuenta de Facebook que en ningún momento declinó su participación, sino que se trató de un malentendido. “Yo en ningún momento hice pública mi renuncia en ninguna red”, precisó frente a la información que circulaba en estos medios. “Más seriedad y menos mentiras en las redes, por favor”, agregó la autora.
Diferente es el caso de las escritoras Alina Gadea y Yeniva Fernández. Ellas sí anunciaron públicamente que renunciaban a su participación, pero finalmente sí acudirán a Guadalajara con la delegación oficial. En ambos casos, la razón es la misma, según explicaron a El Comercio: las propias autoridades del Ministerio de Cultura les pidieron reconsiderar su decisión, entre otras cosas, por ser escritoras que participarían por primera vez en un festival de su tipo (y por sus reconocidos méritos literarios, huelga decirlo).
“Al ver el manejo arbitrario del exministro Ciro Galvez, en su momento, sentí que debía declinar la invitación a participar –explica Gadea–. Me pareció un despropósito que desembarcara a escritores nombrados en la gestión anterior, causando además un caos que nos dejaba en mal predicamento frente a México”.
“Un tiempo después fui convocada nuevamente por la organización. Me dieron a conocer su malestar por todo lo ocurrido y su intención de retomar una buena imagen, el orden en la medida de lo posible y lograr una buena representación. Así me solicitaron que permanezca en la delegación. En mi caso es la primera vez que soy invitada a participar en una feria en el exterior. Pienso que para todo escritor es importante dar a conocer el trabajo que realiza con gran esfuerzo”, agrega la autora de novelas como “Destierro” y “Todo menos morir”.
Yeniva Fernández, por su parte, concuerda con que su renuncia respondía a una lógica indignación por el maltrato a escritores y escritoras. Pero ella también fue contactada por el Ministerio de Cultura, que la convenció de reintegrarse a la delegación.
“Me di cuenta de que renunciar no cambiaba nada –detalla la autora de “Siete paseos por la niebla” y “Los ríos de Marte”–. Por el contrario, podría dar a conocer un poco de la literatura fantástica peruana, tan poco valorada y desconocida en nuestro propio país hasta hace muy poco; y no hablo de mi obra, sino de la de creadores como José Adolph, José Güich, Carlos Saldívar, Jorge Casilla o Yelinna Pulliti, solo por mencionar algunos nombres, o las investigaciones de Elton Honores, cuyos libros viajarán en mi maleta. Además, antes de tomar la decisión, conversé con varios de los escritores ‘desinvitados’, quienes me animaron a asistir a Guadalajara”.
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