Jeanette: “Siento que me quedé con 29 años”

Los sucesos más importantes de la vida de Jeanette tienen lugar en cuatro ciudades: Londres, aquel lugar que la vio nacer y cuyo idioma nunca pudo abandonar; Chicago, la infame ciudad que le dio un nuevo amor a su padre y que forzó su alejamiento del hogar; Barcelona, donde aceptó el reto del castellano y halló refugio en Pic-nic, el grupo musical con el que alcanzó la fama hasta que su madre la forzó a dejarlo; y a los 18 años, Viena, que alojó sus ansias de libertad y el matrimonio que hasta ahora conserva. “Viví allí casi dos años, hasta que recibí la llamada de una disquera que me proponía volver a España y grabar ‘Soy rebelde’”, cuenta la cantante sobre la etapa que precedió al éxito.

¿Por qué dejaste de componer cuando tu carrera de solista despegó?
Es que tenía propuestas para interpretar canciones maravillosas, pero antes de eso sí que lo hice. Incluso compuse “Cállate, niña” para Pic-nic. Ya en el disco “Todo es nuevo” que saqué en Francia, grabé otras, como “El tiempo de mi papá”.

Podríamos decir que tu padre y que se fuera de casa es un tema recurrente en tus canciones…
Eso me tocó vivirlo a los 11 años, una edad muy mala. Durante mi juventud vi que todos tenían papá y mamá menos yo, y no fue nada bonito. Yo adoraba a mi padre… ¡Vamos! ¡Era mi mano derecha, lo quería muchísimo! Él se fue de la casa y con mi madre nos regresamos a España.

Dicen que las mujeres buscan parejas que se parezcan a sus papás. ¿Fue tu caso?
Muchas veces es así… Pero no sé… Tengo que reconocer que me gustaban los hombres bastante mayores que yo. Puede ser que buscara al papá que no estaba. Puede ser que influya y que por eso me casé tan pronto. Pero lo hice porque estaba enamorada, me quería ir de casa y formar una familia feliz.

¿Por qué tuvo que pasar tanto para que dejes la imagen de niña? En 1981 te describieron como “la niña que creció, al fin, después de una infancia demasiado larga”.
Todavía la doy. Aun con todos mis años llevo la melena larga, visto jeans y uso minifalda. No soy la típica señora que ves en la calle. Recuerdo esa época porque me hace mucha gracia. Cuando empecé a grabar el disco “Corazón de poeta”, la producción me dijo que era el momento de hacerme mujer y dejar la faceta infantil que todos conocían. Me reí tanto cuando dijeron que mi voz era sensual [risas]. En la foto de portada salgo con el pelo volando, los hombros al aire… ¡Me hicieron mujer! Pero en el fondo no sé qué decirte. Siento que me quedé con 29 años. 

¿Te molesta que los afiches de tu concierto te muestren como niña?
No entiendo por qué han usado esa foto. Hablé con la empresa que me contrató y les pregunté por qué no habían usado las fotos actuales que mandé. ¡Lo que la gente va a ver en el teatro no es lo que se muestra en los afiches! ¡Ni yo tengo esa foto! Mucha gente cree que yo pedí que la pusieran, pero no fue así. Todavía estoy de buen ver, pero no tengo esa cara de bebe. El cuerpo está igual, no ha cambiado para nada, pero no tengo esa cara de 15 años.

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Lugar: Gran Teatro Nacional. Dirección: Av. Javier Prado Este, 2225, San Borja. Fecha y hora: 22 de noviembre, 9 p.m. Entradas: Teleticket.