Ricardo Bromley López (Huamanga, 2000), protagoniza "El rincón de los muertos", obra que es registro documental, pero también testimonio personal. El actor además muestra su formación como danzante de tijeras.
Ricardo Bromley López (Huamanga, 2000), protagoniza "El rincón de los muertos", obra que es registro documental, pero también testimonio personal. El actor además muestra su formación como danzante de tijeras.
/ CCPUCP

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“El rincón de los muertos”: la memoria de Ayacucho en el teatro
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“El rincón de los muertos”: la memoria de Ayacucho en el teatro

“El rincón de los muertos”: la memoria de Ayacucho en el teatro

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Hay un hombre tirado en el suelo, brazos abiertos. El público todavía no termina de ingresar a la sala cuando el anunciador dice que esta obra se ha hecho con absoluto cuidado, que la seguridad física del actor está garantizada. Más adelante esto tendrá explicación. Más adelante también la sala repleta se pondrá de pie y aplaudirá por varios minutos al hombre que, ya vestido como el danzante de tijeras que es, se ha dejado la sangre en el escenario.

Escrita por Sebastián Rubio, quien dirigió el montaje junto a Yanira Dávila, “El rincón de los muertos” (CCPUCP) es en parte un registro documental; recorre a través de los siglos la historia de Ayacucho, región marcada por la violencia. El único actor sobre el escenario es Ricardo Bromley, intérprete ayacuchano que pone el registro personal; es también la historia de su familia y de su propia vida.

Rubio y Dávila habían trabajado un documental en la pandemia; tras esa experiencia, y al ver las protestas del país posteriores al ascenso de Dina Boluarte a la presidencia, que dejaron 50 civiles y un policía muertos, quedaron con ganas de hacer algo desde su tribuna. Su primer impulso fue presentar un proyecto a la incubadora del Festival de Artes Escénicas de Lima (FAE), donde ganaron un fondo y realizaron un workshop con actores. Allí entró Bromley, que ya había trabajado con Dávila. En un inicio la idea era hacer ficción, pero eso quedó descartado al poco rato.

Cuando escuchamos la historia de Ricardo, era imposible no contarla. Era tan potente que no tenía sentido hacer ficción”, contó Dávila a El Comercio tras la función del jueves último [la directora también trabaja en este Diario promoviendo la cuenta de TikTok]. “Íbamos entrevistándolo cada vez más, horas de conversaciones, y nos quedamos con él. No solo por todo el talento y recursos escénicos que tiene, sino por su historia”, agregó.

No es una obra donde dije, ‘voy a escribir sobre Ayacucho’, si no que conocemos a Ricardo, su historia, y a partir de ahí comenzamos una investigación. A partir de las conversaciones, de las anécdotas que traía Ricardo, yo escribía, traía una escena al día siguiente y así fuimos construyendo algo progresivamente. Hubo un trabajo de investigación del contexto en el que conversamos con historiadores, profesores, consultamos documentales, fuentes bibliográficas”, dijo por su parte Rubio.

Bromley demoró en hablar con El Comercio; al acabar cada función se le acerca gente a la cual la obra tocó de alguna manera y que necesitaba ventilar esos sentimientos. Él escucha. “Algo que me animaba mucho desde un inicio era la necesidad y las ansias que yo veía en ellos [los directores] de denunciar a través de mí. Porque yo sentía que también denunciaba”, indicó el actor.

La violencia tocó personalmente al actor; en la adolescencia su abuela fue víctima y, años después, de su núcleo familiar, surgió un victimario. Bromley no estuvo presente en Ayacucho cuando ocurrieron las muertes de diciembre del 2022 y enero del 2023; de ser así él habría salido a marchar y cree que habría terminado en el suelo, brazos abiertos, como una de las víctimas mortales cuya pasión vio en video y que no ha podido olvidar. Le marcó particularmente que, a pesar de estar tumbado, un efectivo armado lo pateara.

“El rincón de los muertos” es una obra con un ojo en el pasado y otro en el presente, que incluso hace referencia a hechos de agosto último. Si bien el Ministerio de Cultura no le quiso dar la calificación de espectáculo cultural, sus creadores creen que le queda mucha vida, que podrían llevarla de gira por todo el Perú. La arenga política al final de la función da a entender que ya encontró a su público.

DATOS
“El rincón de los muertos”

Hasta el 12 de octubre en la Sala Roja - Centro Cultural PUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro). Jueves, viernes y sábado a las 8:00 p.m. Domingos a las 7:00 p.m. Entradas a la venta en Joinnus y la boletería del CCPUCP.

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