Casa Windsor
Casa Windsor
Redacción EC

Entre todos los datos históricos y las curiosidades que viene generando la próxima boda entre la peruana y el príncipe –este viernes en la iglesia de San Pedro del Centro de Lima–, hay uno curioso: al casarse por ceremonia religiosa, el príncipe perderá su puesto en la línea de sucesión al trono británico (de religión protestante), aquel en el que la reina Isabel II permanece inamovible desde 1952.

Es cierto que su posición en ese camino a lo más alto de la corona británica era, por decir lo menos, bastante lejana: como miembro de la Casa Hannover, su posición era la 452, así que las opciones de que la alcanzara eran, con toda seguridad, improbables. Sin embargo, en cuestiones de tradición, sí resulta sintomático que un joven de 32 años como él le dé la espalda a esa herencia monárquica. ¿Cuánto importa hoy en día integrar la selecta Casa Windsor?

VIDA PALACIEGA
La misma pregunta se la hizo durante años el príncipe Enrique de Gales (Harry) –quinto en la misma línea de sucesión–. “¿Hay alguien dentro de la familia real que quiera ser rey o reina? No lo creo, pero llevaremos a cabo nuestras tareas en el momento adecuado”, dijo él hace algún tiempo, cuando confesó que había pensado en renunciar a su título real y vivir como un ciudadano de a pie.

La familia real: La reina Isabel II, el príncipe Carlos junto a su esposa Camila, y el príncipe Guillermo con Kate Middleton. Una línea de sucesión al trono británico con mucha tensión. (Foto: AP)
La familia real: La reina Isabel II, el príncipe Carlos junto a su esposa Camila, y el príncipe Guillermo con Kate Middleton. Una línea de sucesión al trono británico con mucha tensión. (Foto: AP)

Después de todo, todavía es incierto el futuro monárquico en Gran Bretaña. La vigencia de Isabel II ha provocado que, sea quien sea que la suceda, va a recibir una carga enorme sobre los hombros. Empezando por su hijo mayor Carlos, quien con 69 años cumplidos es el heredero más longevo de la historia. Su recordada relación con la fallecida Lady Di y su posterior enlace con Camila, duquesa de Cornualles, se suman a que dentro de la familia no ven con buenos ojos lo que podría hacer desde el trono. El otro camino, que muchos ven más viable, es que Carlos decida cederle el lugar a su primogénito, Guillermo de Cambridge (William). Por edad –tiene 35 años– pareciera ser el sucesor natural, aunque se comenta mucho que desde que selló su matrimonio con Kate Middleton, él mismo se ha mostrado más cómodo con su familia política que con el lado de la realeza.

Detrás de ellos están los pequeños príncipes Jorge y Carlota –que con 4 y 2 años aún no entienden de estos asuntos–, Harry y su famosa prometida Meghan Markle, y toda una fila de espera que se debate entre las bondades de la corona y la constante presión de estar a la altura de lo que la sangre les demanda.

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