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El posible acuerdo Trump–Putin que dejaría a Ucrania sin Crimea, Donetsk y Lugansk
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Donald Trump y Vladimir Putin volverán a verse las caras la próxima semana, según confirmaron este jueves 7 funcionarios rusos y declaraciones del propio mandatario estadounidense. De concretarse, será la primera cumbre entre ambos líderes desde el 2019, y marcará un giro crucial en la diplomacia entre Washington y Moscú tras años de tensión.
“El interés fue expresado por ambas partes”, señaló Putin en una entrevista televisiva, dejando claro que el acercamiento ha sido mutuo, de acuerdo con la agencia EFE. La declaración se produjo un día después de su reunión en el Kremlin con el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, con quien discutió la situación en Ucrania y los posibles términos de una salida negociada al conflicto.
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Según Yury Ushakov, asesor del Kremlin en política exterior, “la fecha aproximada se fijó para la próxima semana, pero las partes están empezando a prepararse para esta importante reunión y es difícil predecir cuántos días llevarán sus preparativos”.
El anuncio llega en un momento delicado. En julio, Trump lanzó un ultimátum al Kremlin para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania. De lo contrario —advirtió— aplicaría sanciones económicas tanto a Rusia como a los países que compren sus hidrocarburos. Este viernes se esperaba el inicio de esas sanciones.
Como parte de esta presión, el mandatario estadounidense aprobó el miércoles 6 un arancel extraordinario del 25% sobre las importaciones procedentes de la India, el segundo mayor cliente del petróleo ruso. China, el primero, ya ha anticipado que no detendrá este comercio.
La tensión militar también se incrementó la semana pasada, cuando Trump ordenó el desplazamiento de dos submarinos nucleares hacia aguas cercanas a Rusia. El movimiento se produjo a raíz de un mensaje en las redes sociales del expresidente ruso Dmitri Medvédev en el que advertía a Trump de una escalada bélica si continuaba con sus ultimátums, según reportó el medio español El País.
Donald Trump prometió en su regreso a la presidencia que terminaría con este conflicto rápidamente, pero de momento su presión no ha dado frutos y Putin parece seguir gestionando el conflicto a su ritmo.

Encuentros previos: cinco reuniones cara a cara
Antes de este nuevo acercamiento, Donald Trump y Vladimir Putin se han reunido en cinco ocasiones durante el primer mandato del expresidente republicano. Sus encuentros se dieron en el marco de cumbres multilaterales —como el G20 en Hamburgo (2017) o en Osaka (2019)— y también en una reunión bilateral histórica celebrada en Helsinki en 2018.
En todos estos casos, Trump mostró una preferencia por la diplomacia directa, incluso con líderes percibidos como adversarios de EE.UU. Esta postura le valió numerosas críticas, especialmente por su tono conciliador hacia Putin en la cumbre de Helsinki, donde evitó cuestionarlo públicamente por la injerencia rusa en las elecciones del 2016.
Cronología de encuentros Directos entre Donald Trump y Vladimir Putin
| Fecha | Ubicación | Evento | Puntos Clave de Discusión |
|---|---|---|---|
| 7 de julio de 2017 | Hamburgo, Alemania | Cumbre del G20 | (Encuentro bilateral. Se reunieron dos veces) Siria, ciberseguridad, Corea del Norte, Ucrania |
| 11 de noviembre de 2017 | Da Nang, Vietnam | Cumbre de la APEC | (Reunión informal) Declaración conjunta sobre Siria, presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016 |
| 16 de julio de 2018 | Helsinki, Finlandia | Cumbre Bilateral | (Encuentro formal) Tratados nucleares, conflicto sirio, anexión de Crimea |
| Nov de 2018 | Argentina | Cumbre del G20 | Se cancela la reunión formal por el incidente del Mar de Azov, aunque sí hay un intercambio de palabras en el encuentro. |
| 28 de junio de 2019 | Osaka, Japón | Cumbre del G20 | (Reunión Formal) Mejora de las relaciones, no injerencia en elecciones |
Desde su retorno a la presidencia de EE.UU., Trump y Putin no se han encontrado cara a cara, aunque han sostenido al menos seis conversaciones telefónicas este año.
La última reunión entre un líder estadounidense y Putin fue en junio del 2021, cuando el entonces presidente Joe Biden se reunió con el mandatario ruso en Ginebra. Fue ocho meses antes de la invasión a gran escala de Ucrania. Si se concreta el nuevo encuentro en agosto, marcará la quinta reunión directa entre Trump y Putin y un posible punto de inflexión en el conflicto de Ucrania, donde las vías diplomáticas parecen reducidas.
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Turquía ha sido uno de los países neutrales en donde se han llevado a cabo las negociaciones entre las delegaciones de los países involucrados, aunque con pocos resultados.
Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, ha sido especialmente activo diplomáticamente para que las negociaciones entre Ucrania y Rusia se desarrollen bajo el auspicio de su Gobierno. Se desconoce si el próximo encuentro entre mandatarios se llevará en dicho país, pero en contra de dicha posibilidad está el hecho de que es un país de la OTAN.
Por su parte, Putin ha mencionado a Emiratos Árabes Unidos como un país amigo tanto para Rusia como para Estados Unidos en el que podrían llevarse a cabo las negociaciones.

Condiciones y expectativas
Aunque Moscú ha mostrado disposición para reunirse con Trump “la próxima semana”, los términos de este encuentro no son tan sencillos. Según Octavio Pescador, profesor de UCLA y comentarista de CNN en Español, Putin habría planteado dos escenarios distintos: “Le dijo [a Witkoff] que si Zelenski y los europeos aceptan sus condiciones —tres o cuatro cosas—, se sienta en la mesa de negociaciones con él. Si no, no tiene caso ni que platiquen. Pero con Trump sí se sentaría a conversar”.
En otras palabras, el líder ruso no exige condiciones previas para reunirse con Trump, pero sí impone requisitos para cualquier diálogo con Ucrania. Esto refuerza la idea de que una cumbre entre ambos presidentes es más viable en términos formales, pero limitada en cuanto a resultados concretos.
Pescador advirtió que este encuentro podría ser utilizado por Putin como una jugada táctica para ganar tiempo, especialmente en un momento en que las tropas rusas avanzan con mayor velocidad en el frente. “Llevan viento a favor en el campo de batalla”, apuntó, lo que podría reducir el incentivo real de Moscú para ceder en las negociaciones.
En cuanto a Trump, aunque busca presentarse como un “pacificador”, su margen de maniobra está condicionado tanto por su discurso de campaña como por los efectos de las medidas que ha implementado. La reciente imposición de aranceles a India —por su vínculo energético con Rusia— fue, según Pescador, “la primera sanción real” que aplica en esta etapa. Sin embargo, “no tuvo eficacia”, ya que Nueva Delhi dejó claro que seguirá comprando petróleo ruso.
“El petróleo es lo que mueve las economías. India no va a dejar de comprar energía porque le subas aranceles, y eso lo sabe Trump. Si aprieta demasiado, los consumidores estadounidenses van a terminar pagando el precio”, explicó.
A pesar de todo, podría haber un punto mínimo de entendimiento si se logra separar lo político de lo militar. “Le convendría a Trump, a Zelenski y a Europa encontrar un espacio de acuerdo, quizás aceptando el ingreso de Ucrania a la Unión Europea, pero no a la OTAN”, sostuvo Pescador. Ese compromiso parcial podría ser la única forma de acercar posturas sin que ninguna parte sienta que ha cedido por completo.

Un posible acuerdo, pero no por la paz
Para el internacionalista Ramiro Escobar, este posible encuentro no sería tanto una negociación en busca de la paz, sino la imposición de un nuevo orden impulsado por intereses convergentes. “Putin se sienta a conversar solo después de fortalecerse militarmente”, afirmó. En las últimas semanas, Moscú ha intensificado sus ofensivas en el Donbass, una señal de que no busca ceder, sino reafirmar su control antes de cualquier conversación con Trump.
La expectativa del líder estadounidense de resolver la guerra “en 24 horas”, como prometió en campaña, se enfrenta ahora a los límites del poder real. “Fue parte del verbo desatado de campaña, pero ahora se demuestra que no era tan fácil acabar con eso”, señaló el también docente de la PUCP. Aunque ambos mandatarios comparten —según el analista— una “sintonía autoritaria”, Putin no está dispuesto a sacrificar sus objetivos estratégicos. Para él, Ucrania sigue siendo parte de su zona de influencia, y no permitirá que la OTAN avance más allá.
“Lo que puede salir de esta reunión es un acuerdo tácito que consista en aceptar las condiciones de Putin, como quedarse con los territorios ocupados. Es la imposición de la paz por la fuerza, no por la negociación”, advirtió Escobar. Un eventual entendimiento entre Trump y Putin podría suponer que Ucrania termine perdiendo Crimea, Lugansk y Donetsk, algo que iría en contra del derecho internacional, pero que ambos líderes podrían presentar como una “solución”.
Y aunque se ha planteado la posibilidad de incluir a Ucrania y Europa en las conversaciones, Escobar no cree que ese sea el camino que seguirán. “En el mundo actual está primando un orden autoritario, cuyos tres protagonistas principales son Trump, Putin y Xi Jinping. La lógica que los une es que gana el más fuerte”, explicó.
En ese escenario, la postura europea se ve desdibujada. “Europa está descolocada. Puede ir hasta cierto punto, pero no se involucrará directamente en la guerra. Provee armamento, da refugio, pero no tiene capacidad de influir en la negociación como debería”, señaló el internacionalista. Por eso, advierte que un acuerdo entre Trump y Putin, sin Zelensky en la mesa, puede dejar no solo a Ucrania debilitada, sino a Europa marginada del nuevo tablero global.
Finalmente, Escobar fue tajante al advertir sobre las motivaciones profundas del expresidente estadounidense: “Trump no actúa como estadista. Se comporta como un magnate inmobiliario que especula con las decisiones. Si le conviene aceptar las condiciones de Putin, lo hará. Luego encontrará algún discurso para justificarlo”.










