Su nombre no fue dado a conocer. Para proteger su identidad, las autoridades inglesas prefieren mantenerlo anónimo. Pero su historia recorre el mundo entero: se trata de una crónica siniestra que muchos le atribuirían a las más escabrosas películas de terror y que comenzó cuando el protagonista tenía apenas 16 años. Una tarde, Peter Swailes y su hijo, Peter Swailes Jr. llevaron a cabo un plan de secuestro premeditado y calculado. Durante 40 años mantuvieron al hombre cautivo y encerrado en un pequeño cobertizo con apenas una ventana, sin luz ni calefacción.
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En 2018, un llamado anónimo alertó a la Policía de Carlise, en Inglaterra y se trasladaron a la casa sin saber bien qué buscaban. Cuando llegaron, se sorprendieron al ver dos pequeños cuartos en el jardín trasero; uno, ambientado para que viviera el perro de la familia y otro con apenas una cama, un viejo televisor, una silla y ropa sucia. Además, contaba con una sola ventana que no podía cerrarse bien y que permitía que ingrese algo de luz siempre y cuando el sol estuviera presente; si no, el lugar quedaba en total penumbra.
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A cargo de la investigación estuvo el agente Martin Plimmer y catalogó esta experiencia como “realmente desgarradora”. El hombre se encontraba desorientado, asustado y traumatizado. Durante 40 años había vivido alejado de la sociedad y tratado como esclavo. El resultado del trabajo policial fue sorprendente y se logró determinar las circunstancias en las que había estado viviendo.
Desde su secuestro y hasta el día de su recuperación, cuando ya tenía 52 años, el hombre había sido tratado como esclavo. Los Swailes le daban entre 10 y 13 libras esterlinas por día por sus labores y apenas lo alimentaban, obligándolo a dormir prácticamente al aire libre -dadas las condiciones del cobertizo- en una ciudad que en invierno promedia los 2°C. Al ser encontrado, se lo trasladó a una vivienda subsidiada por el Estado y comenzó una larga tarea psicológica y psiquiátrica para reinsertarlo en la sociedad.
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Mientras que el hombre recibía tratamiento e intentaba superar su trauma, la causa contra Swailes padre e hijo avanzaba lentamente. Recién en 2019 fue arrestado Swaile padre por delitos de esclavitud y pasados unos meses, en abril, su hijo fue detenido bajo los mismos cargos. Recién en 2021 fueron llamados para testificar en un tribunal, donde negaron todos los cargos y para septiembre de ese año, Peter Swailes padre murió a los 80 años.
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La muerte cambió el destino de la investigación y tras la muerte de su padre, Swailes hijo se declaró culpable del delito de ‘esclavitud moderna’ cuando el pasado 18 de enero, el caso llegó por primera vez a juicio. Tras su explicación, fue puesto en libertad bajo fianza y el próximo 4 de febrero recibirá su sentencia definitiva. En cuanto a la víctima, asegura el agente Plimmer, “quedará traumatizada por el resto de su vida”.
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