"Si los días que faltan hasta el jueves 4 de noviembre reeditan más situaciones similares, la situación podría tornarse muy complicada". (Foto: archivo Presidencia)
"Si los días que faltan hasta el jueves 4 de noviembre reeditan más situaciones similares, la situación podría tornarse muy complicada". (Foto: archivo Presidencia)
José Carlos Requena

La presentación de la presidenta del Consejo de Ministros, , para lograr el voto de confianza el lunes último ha sido suspendida. El desenlace recién se sabrá el jueves 4 de noviembre; un plazo inusualmente largo para un tema tan sensible. Confabularon para ello tanto el penoso y sorpresivo deceso del congresista Fernando Herrera (Perú Libre, Tacna) como la agenda parlamentaria, que incluía un pleno descentralizado en Cajamarca esta semana, sin contar los feriados del lunes 1 y martes 2.

Antes de la jornada del lunes, las proyecciones anticipaban que Vásquez obtendría el voto de confianza –en gran parte, con votos que tuvo su predecesor, Guido Bellido, hace dos meses– y con el parcial apoyo de la bancada oficialista. De hecho, los escenarios que planteaba EC Data iban en un rango de 62-81 (El Comercio, 25/10/2021). Y aunque el límite inferior no garantizaba la confianza (ya que las votaciones en contra o en abstención podrían ser mayores), el escenario parecía optimista.

Las perspectivas, sin embargo, podrían cambiar radicalmente. Durante la misma jornada del lunes, a 1.100 kilómetros de la Plaza Bolívar, en Bagua, el presidente de la República, , retomó, una vez más, la retórica de campaña con anuncios de distinta naturaleza que luego quiso matizar. En días posteriores, desde el régimen se ha querido ponerle paños fríos al tema. Pero el impacto del contradictorio mensaje ya había empezado a notarse. De hecho, la cotización del dólar volvió a superar la barrera de los S/4.00 al cierre del martes y el inicio del miércoles.

Más importante para la agenda inmediata, el destino de la investidura es un tema que el Ejecutivo tendrá que ver con cuidado. El escenario optimista para la mañana del lunes ha devenido incierto. Voceros parlamentarios de distintas bancadas han expresado públicamente sus reparos y críticas al aparente dislate presidencial en Bagua. Si los días que faltan hasta el jueves 4 de noviembre reeditan más situaciones similares, la situación podría tornarse muy complicada.

Al cierre de esta columna, el había presentado un proyecto de ley para la delegación de facultades legislativas, que el Congreso tendrá que evaluar oportunamente. Así, son tres decisiones importantes las que pasarán por el Parlamento en las próximas semanas: investidura, delegación de facultades y –más importante para el mediano plazo– aprobación de la ley de presupuesto.

Si a ello se agregan las eventuales acciones de control político que puedan darse por los ministros que constituyen pasivos en el Gabinete Vásquez, el Legislativo parece tener la sartén por el mango en el futuro inmediato. Sin claridad sobre los aliados con los que cuenta el Ejecutivo en el Congreso, la tarea se presenta compleja.

En medio de ello, la impaciencia empieza a calar más en los núcleos que habían sido favorables a la gestión de Castillo hasta ahora. El reciente sondeo de Datum reporta, por ejemplo, un declive significativo de la aprobación del mandatario en el nivel socioeconómico E (-19) (“Gestión”, “Perú21″, 27/10/2021). En el frente social, los conflictos empiezan a mostrar mayor complejidad y el Gobierno aún no puede mostrar un solo conflicto solucionado si se ven las cifras de la Defensoría del Pueblo correspondientes a setiembre.

A la espera de la confianza por parte del Parlamento, y acumulando varias decisiones que dependen del fuero congresal en medio de un entorno social crecientemente impaciente, el Ejecutivo tendrá que actuar con mucha prudencia si quiere lograr un clima de gobernabilidad y proyectar confianza. Tocará que el presidente y sus ministros midan cada paso que dan y evalúen cada acción que emprenden. ¿Será posible?

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