La ciudad digital de Samsung: conociendo al gigante desde adentro

Son cerca de las 10 de la mañana y en esta ciudad se ve muy poca gente por sus calles. Solo algunos entran y salen de los edificios, pero tampoco parece que fueran con prisa. Un automóvil cruza la calle pero no interrumpe esta aparente tranquilidad. No parece que aquí trabajaran unos 32.000 empleados, encargados de muchas de las tecnologías que hoy usted tiene y disfruta en todo lugar.

Estamos en la Ciudad Digital de Samsung, en la localidad de Suwon. Partimos temprano, hacia el sur, y aunque en algunas zonas sufrimos de embotellamientos, las carreteras y viaductos que se acomodan a la geografía montañosa y verde de la zona nos permitieron recorrer en solo 40 minutos los 30 kilómetros que separan a esta ciudad de la capital, Seúl.

Se trata de un campus muy grande: tiene una extensión de 1’720.000 metros cuadrados, lo que equivale al tamaño de unos 250 campos de fútbol. Y pese a sus dimensiones, tiene una clara diferencia con otras sedes centrales de importantes empresas tecnológicas del mundo. Esta Ciudad Digital solo tiene cuatro torres de oficinas de hasta 38 pisos de altura. Luego, hay 131 edificios más pequeños entre las que se distribuyen -además de otras oficinas- laboratorios, sitios de esparcimiento, comedores (que ofrecen hasta 92 menús distintos y pueden servir hasta 72.000 raciones diarias) y hasta viviendas temporales para investigadores visitantes. También tienen centro médico; campos deportivos de baloncesto, bádminton, fútbol y béisbol; piscinas; bancos; tiendas; guarderías y espacios para el cuidado de los hijos menores de los trabajadores. En suma, todo lo que se ha vuelto indispensable en los centro de desarrollo más importantes del mundo.

LUGAR CLAVE

Aunque la historia de Samsung se remonta a 1938, cuando Lee Byung-chul abrió una empresa de transportes dedicada a la exportación de alimentos, fue en 1969 cuando se fundó Samsung Electronics en la ciudad de Suwon. Desde aquí se han desarrollado las principales divisiones de productos para el consumidor, que incluyen los móviles, televisores y electrodomésticos.

El crecimiento ha sido tal que en ciudades cercanas se fueron creando otras sedes, como las Samsung Nano City en Yongin y Hwasung, donde existen sendas fábricas de semiconductores.

Pero la investigación en este lado del mundo ha seguido avanzando más allá. Samsung ha incursionado también en la ingeniería genética, sistemas de telecomunicación de fibra óptica, productos químicos basados en altos polímeros, ingeniería aeroespacial, nanotecnología y mucho más.

ESPACIO PARA INNOVAR

Son la 1:30 p.m. y la Ciudad Digital parece que recién despierta. Centenares de personas -sobre todo jóvenes- saltan a las calles. Los ascensores, las escaleras eléctricas y los pasillos de los edificios empiezan a llenarse. Es la hora de hacer una pausa y almorzar.

Muy cerca de los edificios emblemáticos del campus está el Central Park, unos espacios construidos bajo tierra que no solo se asemejan a un gran centro comercial (en donde se encuentran los gimnasios y los centros de esparcimiento), sino también espacios que fomentan el emprendimiento.

Uno de ellos es el C-Lab, que es una incubadora de proyectos orientada hacia los mismos trabajadores de la empresa. Es decir, los empleados de Samsung que tengan alguna idea para emprender a través de una start-up pueden integrarse a este programa que está por cumplir siete años, tiene 259 proyectos hasta el momento (225 completados), y que ha tenido la participación de más de 1.000 trabajadores.

Interesantes proyectos como zapatillas inteligentes, accesorios de monitoreo para recién nacidos, entre otros ya han visto la luz.

En Suwon se trabaja pensando en el futuro. Pero no solo en cómo modernizar el aparato que llevamos en el bolsillo. El objetivo claro es lograr que todos los dispositivos estén interconectados, conversen entre sí y hagan realmente más fáciles nuestras vidas. Un poquito de eso ya se puede ver en Corea del Sur. Solo hay que esperar un poco más para que llegue al resto del mundo.

UN POCO DE HISTORIA

Si bien es un jugador importante en la industria, Samsung sabe que no son los inventores de todo. Es por eso que también tiene en este lugar el Museo de la Innovación Samsung (SIM), un espectacular espacio que pese a estar dentro de este campus, puede ser visitado libremente aunque con reservas. Hoy, es necesario separar espacios hasta con un mes de anticipación.

Este edificio de cinco pisos se ocupa de temáticas bien definidas: electricidad, iluminación, telecomunicaciones, electrodomésticos y la radio; y, semiconductores, pantallas y móviles. Los visitantes pueden repasar el inicio de la civilización científica moderna, conociendo sobre los principales inventores de la historia y el rápido desarrollo de la industria.

A través de experiencias interactivas -que requieren tocar pantallas, encender equipos o mover elementos-, los visitantes podrán conocer sobre la primera lavadora de la historia, cómo lucía el primer televisor o cuáles eran las dificultades con la primera refrigeradora que se inventó. Pero también se muestran los equipos con tecnología de punta, que se renuevan cada vez con mayor rapidez.