¿Quién no miró a alguien bostezar y sintió unas ganas irreprimibles de hacerlo? El que diga que no seguramente tiene mala memoria o posee un autocontrol excepcional. Esta propensión a imitar el bostezo de otro es un tema recurrente entre los científicos y hay tantas respuestas como hipótesis.
Diego Golombek, biólogo e investigador del Conicet de Argentina, despeja una de las dudas: "Está muy claro que el bostezo es contagioso, tanto entre humanos como de otros animales a humanos".
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Sin embargo, aclara que el contagio no parece ocurrir sistemáticamente en bebés que observan a otros bostezadores (aunque sí al revés). Otro misterio que se suma a este fenómeno. Y agrega: "También hay evidencias de que el bostezo activa las neuronas espejo del cerebro, lo cual da pie a especulaciones sobre su función social y empática".
Por ahora, estas preguntas permanecen sin respuesta. "Aunque esto no significa que no sea un tema de experimentación entre científicos", aclara Golombek.
Entre tantas teorías, el investigador despeja la duda de cuánto bosteza el ser humano: "Según los experimentos, este gesto de unos seis segundos de duración (en promedio) puede repetirse de una a 26 veces cada media hora. Si hacemos las cuentas, se estima que una persona bostezará unas 240.000 veces mientras viva".
"La Nación" de Argentina, GDA