PARÍS. Hace millones de años una especie de crustáceo primitivo del jurásico fue probablemente un temible depredador para los camarones de esa época. El espécimen, llamado 'Dollocaris', tenía dos enormes ojos globulosos que cubrían casi la cuarta parte de su cuerpo, detalla un estudio publicado en la revista "Nature Communications".
Un equipo internacional acaba de reconstruir la estructura tridimensional de los ojos de este fósil de 160 millones de años. Fue descubierto en Ardèche (sudeste de Francia), en La Voulte-sur-Rhône, un yacimiento conocido por sus fósiles de organismos marinos.
"No se conocían ojos tan bien fosilizados de épocas tan antiguas", explicó a la agencia AFP Jean Vannier, director de investigaciones del laboratorio de geología de Lyon (sur de Francia) y líder del estudio.
'Dollocaris' forma parte de un grupo de artrópodos marinos extinguidos. Medía entre 5 y 20 cm de largo y podía nadar. Protegido por un caparazón, similar al del cangrejo, tenía tres pares de apéndices prensiles que le permitían atrapar a sus presas.
Pero su signo más particular eran unos ojos compuestos hipertrofiados, cada uno con unas 18.000 facetas, todo un récord (exceptuando a las actuales libélulas que poseen aún más).
Gracias a su visión sofisticada y probablemente muy eficaz, el 'Dollocaris' podía detectar a sus presas, seguirlas y capturarlas mediante sus tres pares de apéndices. El 'Dollocaris' desapareció al final del período cretácico, como los dinosaurios, hace unos 66 millones de años. (Fuente: EFE)