El nevado Alpamayo, ubicado en la sierra de la región Áncash, es considerada una de las joyas de la Cordillera Blanca y objetivo anhelado de los amantes del andinismo y del turismo de montaña.
En 1966, hace 52 años, la prestigiosa revista Alpinismus le otorgó el título de “La montaña más bella del mundo” y sobran razones para tan merecida distinción.
El nevado Alpamayo, que tiene una altura de 5,947 metros sobre el nivel del mar se localiza a más de 400 kilómetros al noreste de la ciudad de Lima. Es una montaña de la cordillera de los Andes ubicada en la parte norte del ramal occidental de la Cordillera Blanca, dentro del Parque Nacional Huascarán.
El hermoso nevado se ubica cerca del caserío Alpamayo, entre las quebradas Los Cedros y Arhuaycocha, en el distrito de Santa Cruz, provincia de Huaylas. Tiene un área glaciar de 4.69 kilómetros cuadrados con una altitud mínima de 4,745 y una máxima de 6,005 metros sobre el nivel del mar.
Para llegar a la cumbre del nevado se requieren de siete días de caminata para llegar al paso Caracara y luego al campamento base Alpamayo, desde donde se obtienen las mejores vistas de este magnífico pico nevado y donde también se puede presenciar una de las puestas de sol más impresionantes del Perú.
Su acceso tiene lugar desde la ciudad de Caraz, en el extremo norte del Callejón de Huaylas, por una trocha carrozable de 28 kilómetros, hasta el poblado de Cashapampa. Desde este lugar, son 22 kilómetros de caminata a lo largo de la quebrada Santa Cruz, hasta el sector de Quisuarpampa, donde se toma el desvío al norte, ascendiendo por la quebrada Arhuaycocha, hasta el campo base.
El Alpamayo tiene 13 rutas, entre las más conocidas destacan: Vasco-francesa, Ferrari, y la Japonesa. El acceso al Alpamayo tiene una duración de entre 5 a 7 días aproximadamente. Actualmente las expediciones ascienden por la Quebrada Arhuaycocha, escalando por la pared sur oeste (ruta Ferrari) que fue escalada en 1975, con un grado de ascensión D (Difícil).
La montaña presenta un nivel de dificultad entre moderado y difícil para quienes se interesen en escalarlo; esta dificultad varía dependiendo de la época en que se lo visite y de las condiciones climáticas que se presenten.
El nevado Alpamayo tiene una peculiar forma: piramidal, un rasgo que lo hace bastante atractivo para los amantes del andinismo y del turismo de naturaleza. Un destino que merece conocerse.
Fuente: Andina