¿Te mueres de miedo cada vez que subes a un avión? ¿Necesitas pastillas para relajarte o cada vez que hay una turbulencia arañas al de tu costado? Nosotros también.
Pero tranquilo, la Agencia Europea de Seguridad Aérea y muchos expertos independientes acaban de llegar a la misma conclusión: la probabilidad de que se caiga un avión es hoy en día ínfima.
Al mismo tiempo, el ramo registra un crecimiento vertiginoso. En 2013, la cifra de pasajeros superó por primera vez la marca de los 3.000 millones, a la que se sumaron 50 millones de toneladas de carga, según cifras de la federación internacional IATA.
VUELO SEGURO
Más de ocho millones de personas utilizan a diario el avión como medio de transporte. Un balance de la organización alemana JACDEC (Centro de Evaluación de Datos de Accidentes de Jets) confirma que un total de 251 personas perdieron la vida el año pasado en un accidente de un avión civil.
"El escalafón mundial de seguridad pone de relieve ante todo que el tráfico aéreo ha alcanzado un alto nivel de seguridad", afirma Dietmar Plath, redactor jefe de la revista "Aero International", que publica en su edición actual la lista anual de la JACDEC.
¿TECNOLOGÍA COMO VENTAJA?
Sin embargo, a pesar de este bajo índice de accidentes, algunos expertos han alzado su voz de alerta ante otros factores que podrían mellar las actuales estadísticas.
"La tecnología es cada vez más compleja y difícil de dominar", señala Martin Locher, viceportavoz de la asociación alemana de pilotos Cockpit y capitán con 9.000 horas de vuelo en su haber.
"El fuerte aumento de tráfico aéreo nos está llevando al límite de la capacidad y esto es crítico, especialmente en los aeropuertos. Los controladores coordinan en segundos una creciente densidad de aviones", concluye Locher.