Fajas reductoras: conoce los peligros de usarlas muy seguido

Conocidas desde el año 1700 a.C., las fajas reductoras llegan a nuestros tiempos con el mismo principio que sedujo a las mujeres griegas para a ceñirse la cintura: destacar la silueta femenina.

El artilugio evolucionó y después del boom de muchos años del corset, hoy disponemos de una amplia gama de modelos de fajas reductoras elaboradas en tejidos especiales (Spanx) que prometen ayudarnos a reducir al menos una medida sin dejar de sentirnos cómodas.  

Incluso, varias celebridades que aparentemente no las necesitan recurren a ellas para lucir espléndidas: Michelle Obama, Jennifer Lopez, Kim Kardashian, Scarlett Johansson, Katy Perry, Jennifer Laurence y la cantante Lily Allen son algunas de ellas.

Hasta allí todo bien porque si algo queremos las mujeres es lucir siempre bien. ¿Pero qué pasa si usamos las fajas reductoras a diario? ¿Acarrean peligros para la salud? La respuesta es sí. Especialistas consultados refrendan lo que algunos médicos han advertido con anterioridad, como destacó en su momento el diario “Huffington Post”. ¿Cuáles son los riesgos? Sigue leyendo.

1. Comprimen los órganos

Las fajas comprimen los órganos de la cavidad abdominal. Aunque el efecto es estético, también pueden provocar reflujo y acidez estomacal. En personas con estos síntomas o con hernia inguinal o hernia hiatal habría que evitar su uso, sugiere el médico gastroenterólogo Juan José Bonilla.

2. Dolor en las piernas

La ropa muy ajustada comprime las venas de los muslos y esto puede provocar dolor, hormigueo e incluso pérdida de la sensibilidad en las piernas. Además, el uso de fajas como de ropa muy ajustada propicia la aparición de várices en los miembros inferiores.

3. Debilita tus músculos

Aunque te ayuda a mantener una buena postura, el uso frecuente o prolongado de la faja debilita (atrofia) el tejido muscular. ¿Cómo conseguir una buena postura? La respuesta la sabemos pero nos cuesta admitirlo: con la practica de ejercicio para fortalecee los músculos, comenta el doctor Carlos Cárdenas, médico traumatólogo y ortopedista especializado en problemas de la columna vertebral. 

4. Infecciones

Las fajas reductoras atrapan la humedad y esto predispone al desarrollo de infecciones bacterianas. Una de las más comunes es la foliculitis [se inicia cuando los folículos pilosos se dañan o se bloquean por fricción contra la ropa o al rasurarse]. El riesgo es mayor para las personas con sobrepeso, diabéticos y aquellos que sudan en exceso.

EL DATO

Para evitar el daño que las fajas te puedan causar, trata de no usarlas con demasiada frecuencia. Recurre a ellas solo para eventos especiales. Y si has decidido comprar alguna, asegúrate de que no te apriete demasiado. Si batallas para meterte en ella es porque es demasiado pequeña y la idea es que te sientas cómoda.